La Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) anunció el inicio de controles “más rigurosos” a las aerolíneas, ante la creciente demanda de viajes y demoras de vuelos denunciadas por usuarios del transporte aéreo. Los controles, dijo el director de la ATT, Néstor Ríos; incluye a la estatal Boliviana de Aviación (BoA).
El anuncio se da en medio de reclamos de la Asociación de Líneas Aéreas de Bolivia (ALA) y de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), que aseguran que en Bolivia se han retenidos fondos por $us 42 millones de la venta de pasajes, que son necesarios para el desarrollo de sus operaciones en el país y el exterior.
De hecho, el presidente de ALA, Jorge Valle, dijo el martes de que ocho aerolíneas internacionales, que tienen destinos en el país, dejarían de operar ante la falta de condiciones y el bloqueo de sus fondos. Advirtió que de persistir la situación, el país puede quedar aislado y sin conexiones internacionales.
Las agencias de viaje también se manifestaron el lunes contra BoA, a la que acusan de haber reducido su comisión de boletaje, lo que las golpea más, a raíz de la escasez de dólares y la mala imagen que tiene el país para el turismo.
Según el director de la ATT, se incorporó el 100% del personal de la institución en los aeropuertos para fortalecer el control y el flujo del cumplimiento de las aerolíneas.
“Está demás decir que el principal actor del mercado aéreo doméstico es BoA, por tanto la ATT tiene que asumir un control más riguroso para precautelar la mayoría de los pasajeros que utilizan la prestación de esta empresa estatal”, indicó en un video colgado en la página institucional de Facebook.
De acuerdo con la autoridad, se cumplirán tres objetivos fundamentales: que las aerolíneas den información clara y precisa cuando se suscite un evento; segundo, publicar horarios de salida y de llegada claros y, tercero, las aerolíneas tienen la obligación de contar con personal suficiente para poder orientar, guiar al pasajero y suministrar debidamente el servicio con información clara, sencilla y oportuna y eficaz para los fines del pasajero.
“No puede ser que los pasajeros estén supeditados a una reprogramación constante y permanente (…). Estas medidas están respaldadas por la normativa vigente y serán estrictamente aplicadas. Las aerolíneas que no cumplan con estas disposiciones se exponen a sanciones administrativas”, aseveró Ríos.