Lugar: Comercial Chiriguano, uno de los puntos clave en el comercio de equipos tecnológicos. Ahí una familia está regateado el precio de una computadora portátil. Los dos chicos están entusiasmados con el dispositivo: una laptop gris y delgada, que les hace brillar los ojos mientras ya se imaginan tecleando en ella. Sin embargo, el padre muestra un semblante de preocupación. Intenta, sin éxito, conseguir una reducción en el precio del equipo: “Cuesta 5.100 bolivianos, no puedo rebajarlo”, le dice el vendedor.

Resignado, el padre de familia procede a pagar por la computadora de gama media que en enero costaba alrededor de Bs 4.000. Según los comerciantes, el motivo de este incremento es la escasez de dólares en el país, lo que ha provocado que el precio de estos equipos se dispare, entre un 27,5% y hasta un 39,13%. Incluso, algunas empresas han suspendido promociones de crédito directo, debido a que este esquema ya no es rentable en un entorno donde el dólar fluctúa de manera tan impredecible.

Por ejemplo, una computadora básica de la marca HP con 8GB de RAM y un disco sólido de 256GB, que antes costaba entre Bs 2.000 y Bs 2.100, actualmente su precio ha subido considerablemente, alcanzando los Bs 3.300. Este incremento se debe, en parte, a las variaciones del tipo de cambio, lo cual afecta directamente los costos de importación.

Según comerciantes consultados, si el valor del dólar se estabiliza a Bs 6,96 o Bs 7,4, los precios podrían bajar un poco.

Desde 2023, Bolivia vive una escasez de dólares que se acrecentó este año. Esto hizo surgir una cotización paralela que llegó hasta Bs 15 en agosto de este año. Pero luego el precio fue bajando. En la actualidad, el costo en el mercado está en Bs 11, siendo esta la referencia que usan los comerciantes para adquirir sus equipos con los importadores.

El aumento de precios no solo afecta a las computadoras, sino también a los accesorios. Por ejemplo, los audífonos gamers Logitech G435, que antes costaban alrededor de Bs 850, ahora se venden por Bs 1.080. Las PC gamers, usadas para juegos en línea, y que venden por componentes también sufrieron un incremento.

Cada pieza tiene su precio individual, lo que ha generado un aumento significativo en los costos. Antes, armar una PC gamer costaba aproximadamente Bs 4.000 a Bs 4.300, pero ahora el precio subió a Bs 5.100.

 “Todo está llegando más caro no porque no se encuentran los dólares y los importadores e intermediarios no aceptan el pago en bolivianos”, explicó uno de los comerciantes consultados.

El nicho más afectado

La escasez de divisas ha afectado a gran parte del mercado tecnológico en los últimos meses. Tradicionalmente las computadoras más vendidas son las básicas, destinadas principalmente a estudiantes y usuarios de nivel inicial.

En enero y febrero, las laptops tipo dual core, especialmente de marcas como HP y Lenovo, se comercializaban por alrededor de Bs 2.200 a Bs 2.300.

Sin embargo, actualmente su precio ha subido hasta los Bs 3.200, lo que representa un incremento del 39,13%.

“Era la más vendida. Los padres de familia la compran porque es sencilla y económica, pero ahora es difícil venderla”, explicó un vendedor en del Comercial Chiriguano. Asimismo, el alza de precios también afectó a las computadoras de gamas superiores, como las Core i3 y Core i5.

Las laptops con procesador Core i3, que solían venderse a precios más asequibles, ahora oscilan entre Bs 4.500 y Bs 4.600, mientras que las Core i5 superan los Bs 5.000, lo que representa un aumento de Bs1.000 o más en comparación con meses anteriores. Lo mismo ocurre con las PC de escritorio que de Bs 1.900 subieron a Bs 2500.

Las tiendas explicaron a EL DEBER que este incremento está relacionado principalmente con la fluctuación del dólar, lo que ha dificultado la importación de estos productos. Aunque la variación en el tipo de cambio no es excesiva (sube o baja entre 0.2 y 0.3 por semana), tiene un impacto directo en los costos finales.

Ante la volatilidad, el mercado ha visto un aumento sostenido en los precios, afectando principalmente a las computadoras, mientras que los accesorios han experimentado solo incrementos menores, de entre Bs 5 y Bs 10.

Caen las ventas Cristian Daher, CEO de la empresa tecnológica Datec, explicó que la elevación del precio, a raíz de la escasez de dólares repercutió en las ventas, que cayeron entre un 30 y 40%.

Uno de los principales problemas radica en la dificultad de manejar las fluctuaciones del tipo de cambio, que varía constantemente en el mercado.

El ejecutivo sostuvo que ofrecer financiamiento o ventas a crédito para equipos tecnológicos se ha vuelto inviable, porque los pagos deben realizarse al tipo de cambio oficial, lo que genera pérdidas significativas para los vendedores.

Un día el dólar está a 9 bolivianos, otro a 11, y eso hace variar el inventario y los costos”, explica.

 Daher subraya que la única solución a este problema es que el Gobierno tome medidas sensatas que estabilicen tanto el precio del dólar como la situación económica en general.

“Mientras Bolivia sea un país importador y el dólar esté ficticiamente amarrado como lo está ahora, esto no va a mejorar ni cambiar”, afirmó el CEO de Datec.

El ejecutivo también destacó que la dependencia del mercado tecnológico de las importaciones lo hace extremadamente sensible a las fluctuaciones del dólar.

“Sea tecnología, autos o cualquier otro producto importado, todos los mercados están sufriendo el mismo impacto”, señaló Daher, quien considera que la economía boliviana no verá una mejora hasta que el país logre exportar más de lo que importa. El impacto en las ventas ha sido considerable.

Según Daher, la demanda de productos tecnológicos ha caído alrededor de un 30% solo en el sector de computadoras, y este descenso también se refleja en otros sectores de la economía que dependen de importaciones. El aumento de precios ha provocado que los consumidores dejen de comprar, lo que ha generado una disminución proporcional en las ventas.

“Todo lo que es importado está con el mismo problema. La gente ha dejado de comprar porque los precios son mucho más altos, y eso ha impactado nuestras ventas”, explica Daher.

Ante esta situación, Datec está buscando formas de adaptarse a esta nueva realidad, aunque las estrategias se centran en “ajustarse al mercado” y compensar la falta de demanda.

A pesar de la caída en ventas, Daher señala que la empresa no ha implementado campañas agresivas para estimular el mercado debido a la situación económica de los clientes.

“Dependemos de los clientes, y los clientes no están comprando”, explicó el empresario.

Cadena logística

La presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Claudia Pacheco, explicó que este incremento en los precios está directamente relacionado con la cadena logística de importación y el tipo de cambio paralelo, lo que encarece los productos en el mercado local.

“Las empresas absorbieron inicialmente este sobrecosto, pensando que sería temporal, pero ahora muchas se ven obligadas a ajustar sus estrategias para mantener su rentabilidad”, indicó.

La especialista sostiene que la capacidad de las empresas para soportar este aumento de precios es variable y depende de varios factores, como el tamaño de la empresa y su flujo financiero.

 “No es posible determinar hasta cuándo podrán aguantar las empresas; todo depende de su apalancamiento y de cómo gestionen sus recursos”, señaló la economista.

Pacheco subrayó la necesidad urgente de que el Gobierno implemente políticas económicas estructurales que respondan a la situación actual. Entre las medidas más importantes: reducir el gasto fiscal, actualizar la legislación para promover la inversión, alinear el tipo de cambio con la realidad del mercado. Así también, plantea liberar de forma irrestrictamente las exportaciones y autorizar el uso de biotecnología para mejorar la productividad agrícola.

Estas medidas, según la economista, son esenciales para frenar la crisis y estabilizar el mercado. Sin embargo, Pacheco mostró escepticismo con respecto a los esfuerzos actuales del Gobierno. Afirmó que no se han tomado decisiones estructurales que puedan aliviar la situación económica.

 “No hay indicios de que se vayan a tomar las medidas necesarias. El país está centrado en conflictos políticos internos, mientras los problemas económicos quedan sin resolver”, afirmó.

La economista subraya que la única manera de frenar esta inestabilidad es mediante medidas gubernamentales sensatas.

“Hasta que Bolivia exporte más de lo que importa y el dólar deje de estar ficticiamente amarrado, la situación no mejorará”, advirtió.

Hasta que la situación mejore y los dólares aparezcan, las familias tendrán que ajustarse y hacer sacrificios para que sus hijos puedan tener un equipo tecnológico de última generación.

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