En un emotivo discurso con motivo de celebrar el 60 aniversario de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), José Luis Farah, presidente de la institución, destacó la importancia de este hito en la historia agropecuaria de Bolivia. Con un fuerte sentido de pertenencia y compromiso, Farah recordó que estos seis decenios han sido testigos de un trabajo incansable, de logros compartidos y, sobre todo, de un sólido compromiso con la institucionalidad. La CAO se presenta como un refugio para miles de productores que han encontrado en este "techo amplio" un hogar donde sus esfuerzos y sueños son defendidos y promovidos.

Desde sus inicios, Farah enfatizó que la CAO ha sido una respuesta constante a las necesidades de Santa Cruz y de Bolivia. El presidente destacó la lucha contra el centralismo, un desafío que ha persistido a lo largo del tiempo. Sin embargo, subrayó que esta lucha no se ha llevado a cabo mediante la confrontación, sino a través de la unión y la búsqueda de una voz potente y legítima que represente al sector agropecuario. La frase "Cultivar la tierra es servir a la patria" resuena como un mantra entre los productores, enfatizando la importancia de su labor en el desarrollo del país.

A lo largo de su discurso, Farah recordó los momentos difíciles que ha enfrentado la CAO, pero también resaltó la capacidad de la institución para encontrar soluciones y fomentar el desarrollo de las cadenas productivas. "Tomaremos el toro por las astas", afirmó, reflejando la determinación de los productores de enfrentar los retos actuales y futuros con valentía y unidad.

Uno de los logros más significativos que mencionó Farah fue la creación y consolidación de instituciones que han permitido a los productores tomar control de su propio destino. En lugar de esperar soluciones del Estado, la CAO ha trabajado para construir sus propias herramientas y mecanismos de desarrollo, fortaleciendo la capacidad de los agricultores y promoviendo la formación de asociaciones que se unieron bajo su paraguas.

Sin embargo, el camino no ha estado exento de desafíos. Farah abordó las problemáticas actuales que enfrenta el sector, como la necesidad de biotecnología, la seguridad jurídica, la escasez de diésel y problemas recurrentes con el acceso al mercado. Reconoció que, desafortunadamente, "las soluciones están en manos del problema", pero se mostró optimista ante la posibilidad de construir un futuro prometedor, recordando el espíritu de los fundadores de la CAO que enfrentaron las adversidades con determinación.

El presidente de la CAO también rindió homenaje a los pioneros que forjaron esta cámara y a todos aquellos que han contribuido a su éxito. Este aniversario no solo celebra el legado de la CAO, sino que también renueva el compromiso de continuar trabajando con la misma pasión y dedicación que han caracterizado a la institución a lo largo de su historia.

Farah concluyó su discurso con un mensaje de esperanza y unidad, alentando a todos los productores a seguir avanzando juntos como el motor del crecimiento de Bolivia. "El poder del futuro está en el campo", afirmó con convicción, reafirmando la importancia de la agricultura en el desarrollo del país y el compromiso inquebrantable de la CAO con su misión.

En resumen, la celebración de los 60 años de la CAO no solo es un recordatorio de los logros alcanzados, sino también un llamado a la acción para enfrentar los retos del futuro con unidad, innovación y un renovado sentido de propósito en el servicio a la patria.

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