En medio de un panorama climático complicado, los productores agrícolas de Santa Cruz enfrentan una emergencia que podría comprometer la cosecha de soya de invierno. Luis Alberto Alpire, ex director de Desarrollo Productivo de la Gobernación de Santa Cruz, ha expresado su preocupación por las intensas lluvias pronosticadas para este lunes y martes, que podrían afectar gravemente las 360.000 hectáreas de soya que aún quedan por cosechar en la región, particularmente en San Pedro.

"Es lamentable, pero vamos a tener lluvias intensas en San Pedro, y en la medida que siga lloviendo, la soya puede dañarse, pudrirse e incluso caerse. Esto afectará su calidad; la industria paga menos por el grano que cambia de color y merma su rendimiento", advirtió Alpire. En este contexto, la disponibilidad de diésel se convierte en un factor crítico, ya que la maquinaria agrícola depende de este combustible para realizar las cosechas a tiempo.

En el programa Dinero 360 de EL DEBER Radio, Alpire hizo un llamado urgente al Gobierno para que priorice la entrega de diésel a los productores durante este fin de semana. "Si se puede entregar diésel a los productores, sería ideal para que puedan cosechar lo más que se pueda antes de la llegada de las lluvias. Actualmente, solo se ha avanzado entre un 10% y un 15% en la cosecha, lo que deja un gran porcentaje de soya en riesgo", explicó.

Además del problema del diésel, la disponibilidad de maquinaria también ha sido un tema recurrente entre los productores. "No todos los productores cuentan con suficiente maquinaria para la cosecha, y eso limita aún más la capacidad de reacción ante las inclemencias del tiempo", indicó Alpire.


También se compromete la siembra de campaña de verano

En cuanto a las regiones del Este del departamento, las lluvias previstas también serán beneficiosas para la preparación del terreno para la siembra, como se ha mencionado anteriormente. Sin embargo, la situación en San Pedro es crítica, ya que la cosecha de soya de invierno es fundamental para la economía local y nacional. "La ventana óptima de siembra se extiende del 15 de noviembre al 15 de diciembre. Si se sobrepasa el 30 de diciembre, corremos el riesgo de que las lluvias flaqueen, lo que podría perjudicar aún más el rendimiento de los cultivos", subrayó Alpire.

El ex director de Desarrollo Productivo de la Gobernación cruceña también reflexionó sobre las consecuencias a largo plazo de la falta de acción en este momento crítico. "Si no se resuelve la situación del diésel, podríamos enfrentarnos a colas no solo por combustible, sino también por alimentos en el 2025. Es una realidad preocupante que debemos evitar", advirtió.

La urgencia de la situación no puede ser subestimada. La falta de diésel no solo afectará la cosecha de soya, sino que también podría tener repercusiones en la seguridad alimentaria del país en los años venideros. "Es fundamental que el Gobierno actúe rápidamente para garantizar que los productores tengan acceso al diésel necesario para completar la cosecha antes de que las lluvias afecten la calidad del grano", concluyó.

En un momento en que la agricultura es un pilar crucial de la economía boliviana, la respuesta del Gobierno a esta crisis podría determinar el futuro de la producción agrícola en Santa Cruz y, por ende, en el país. La coordinación y el apoyo a los productores son esenciales para asegurar que la cosecha de invierno no se convierta en una tragedia económica.

Para hoy desde las 16:00, se tiene prevista una reunión del Gobierno con el sector agropecuario en las oficinas de la petrolera Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) de Santa Cruz, en el que tratarán el tema de abastecimiento de combustibles, libre importación y uso de biotecnología.