Hace siete años, Marco Viruez decidió dejar su trabajo fijo en una empresa telefónica para tomar un camino de riesgo: el emprendimiento. Desde 2017 ha usado todos sus conocimientos en marketing y publicidad para revitalizar el negocio de más de 40 años de su familia: la venta de empanadas y café. Hasta ahora, todo ha valido la pena, asegura.

A la par de sus conocimientos, aprendió de gastronomía y todo lo relacionado con la hostelería. En un contexto de crisis económica, que implica recortes en empresas, muchas personas deciden crearse nuevas fuentes de ingresos. 

La transición no solo implicó un cambio de rutina, sino también una adaptación a un nuevo estilo de vida donde el trabajo no se limita a un horario fijo. "Cuando uno tiene un negocio, trabaja todo el día prácticamente, de las 6 de la mañana hasta las 8 o 9 de la noche”, sostiene.

Marcela Caso Vaca Guzmán, abogada de profesión, también decidió apostar por el emprendimiento; es propietaria de Pizzería Anacleto en Tarija, que ahora también opera en La Paz. Es un negocio familiar en el que están involucrados su esposo y cuatro hijos. 

La pizzería comenzó en Tarija y, a pesar de los desafíos de la pandemia, logró consolidarse y expandirse. La familia decidió abrir una sucursal en La Paz, donde Marcela visitaba con frecuencia a su hijo que trabaja allí. 

“En La Paz también hemos emprendido y tenemos pizzería Anacleto. Constantemente estamos innovando en cuanto a los sabores”, añade.

Toda la familia de Marcela está involucrada en el negocio. "Todos aportamos en alguna área trabajando en la pizzería. Aparte de eso, yo tengo otro trabajo como abogada. Mi otro hijo trabaja en la administración de las dos pizzerías", comenta.

Según la presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Claudia Pacheco, el 80% de los emprendedores en Bolivia son mujeres. En muchos casos, son las mujeres quienes buscan generar ingresos extras para poder ayudar en la economía familiar.

René Salomón, director de la Fundación Trabajo Empresa, explica que las crisis, globales y locales, impulsan a las personas a buscar soluciones prácticas y específicas a sus necesidades económicas. Agrega que Bolivia enfrenta un problema económico significativo porque “los ingresos que tenía ya no los tiene. 

Esta situación ha llevado al cierre de mercados y empresas, dejando a muchas personas sin ingresos directos. Este contexto obliga a los individuos a buscar alternativas económicas, creando una espiral que afecta a la familia y al individuo.

Para Salomón, la clave del éxito de un emprendimiento está en enfocarse en el mercado local. “El emprendedor tiene que mirar las necesidades del mercado local y emprender en esa línea”, recomienda el especialista.

Sugiere que los emprendedores usen sus conocimientos y experiencias laborales para generar ingresos a corto plazo, integrándose en cadenas de proveedores locales y dando valor agregado a los recursos naturales. Salomón es optimista sobre el potencial del país para el emprendimiento. “Bolivia es una tierra fértil para sembrar startups y emprendimientos”, dice.

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