El Instituto Especializado Estatal de Diseño (GSPI), subsidiaria de la rusa Corporación Estatal de Energía Atómica Rosatom, “se ha comprometido a abrir nuevas garantías en la banca boliviana” para que el Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear que construye en El Alto tenga “un seguro ejecutable a primer pedido”.

Así lo informó a través de una nota de prensa la Agencia Boliviana de Energía Atómica (ABEN).

“El compromiso de la empresa rusa GSPI es de tal magnitud que ésta se ha comprometido a abrir nuevas garantías en la banca boliviana, para que las dificultades que vienen de las sanciones unilaterales contra Rusia no dejen al proyecto sin un seguro ejecutable a primer pedido”, indicó la agencia estatal.

“Gracias a ello, dos de los componentes principales del centro: el Complejo del Ciclotrón y Radiofarmacia Preclínica y el Complejo Multipropósito de Irradiación tienen más del 90% de avance”, indica la nota de prensa.

Hoy domingo, este medio informó que la construcción del Centro Nuclear avanza con la cobertura de una boleta emitida por un banco ruso sancionado en abril de este año por Estados Unidos (EEUU).

La boleta de garantía de cumplimiento de contrato, de $us 24,61 millones, fue emitida por el Alfa-Bank, el banco comercial más grande de Rusia, penalizado por Washington en abril de esta gestión, como una de las medidas para penalizar a Moscú tras una presunta masacre en la ciudad ucraniana de Bucha, donde aparecieron cientos de muertos tras la retirada de las tropas del Kremlin.

La sanción le prohíbe a Alfa Bank utilizar los mecanismos de transferencia financiera de Estados Unidos. “La pregunta es: ¿Cómo monetiza Bolivia esa boleta de garantía si algo sucede?”, cuestionó Jaime Dunn, exoperador de la Bolsa de Nueva York.

“El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y las sanciones internacionales interpuestas a Rusia no han impedido la continuidad del Centro Nuclear y en la actualidad la obra se ejecuta física y financieramente con normalidad. Esperamos que estos acontecimientos externos no influyan en contra de la continuidad en las obras”, sostiene la nota de prensa de la ABEN.

El Gobierno boliviano debería haber tomado cartas en el asunto apenas se conoció la sanción de EEUU, pero primaron “los intereses de relaciones internacionales que favorecen a vínculos políticos, pero no al país”, consideró a su vez el abogado Jorge Valle. “Los bancos rusos nunca han estado considerados en los mercados primarios, porque sus garantías financieras son muy pobres”, sostuvo.

A septiembre de 2022, el proyecto en general registra un avance del 41% y se prevé su conclusión en 2025, informó la directora ejecutiva de la Agencia Boliviana de Energía Nuclear, Hortensia Jiménez.

Este centro permitirá la aplicación de la tecnología nuclear para resolver diversas necesidades de los sectores salud, agrícola e industria. Nos permitirá producir ciencia y tecnología nuclear con identidad propia y fortalecer las capacidades de investigación aplicada en beneficio de la población”, afirmó Jiménez.

En 2018, año en que inició la construcción del Centro Nuclear se llegó a un avance del 22,8%; sin embargo, en noviembre del año 2019, el gobierno de Jeanine Áñez paralizó las obras.  Posteriormente, “en diciembre de 2020, de manera inmediata se tomaron acciones para retomar el proyecto, asignando recursos para reactivar el avance”, aseguró Jiménez.

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