Las deudas son una realidad financiera que se enfrenta en nuestra vida cotidiana, pero ¿sabías que no todas las deudas son iguales? En el mundo de las finanzas, existe una distinción crucial entre las "deudas buenas" y las "deudas malas". Descubre cómo identificarlas y administrarlas de manera inteligente para asegurar tu bienestar financiero a largo plazo.

“No todo endeudamiento es malo siempre que sepas direccionar ese financiamiento a una inversión que te vaya a generar mayores recursos monetarios de las que ya generas, por lo que funciona como un apalancamiento financiero”, explica Wilder Mendoza, ingeniero comercial y docente de la Universidad Privada Domingo Savio (UPDS).

Estas son las principales diferencias entre una deuda buena y una deuda mala. Tómelas en cuenta.

Deudas buenas

Lograr un mayor flujo de dinero: Toda deuda genera un costo financiero (interés) por lo que si esa deuda es canalizada a una inversión (compra de bienes o concretar inversiones) que vayan a generar mayor flujo de dinero y que la misma supere ese costo financiero, se considera como una deuda buena, por lo tanto toda deuda buena será canalizada a compra de bienes y/o inversiones que generar un rentabilidad que supere el costo financiero.

Crédito hipotecario: Este tipo de financiamiento será bueno siempre que tus flujos proyectados puedan cumplir con los pagos programados producto de ese préstamo, y al final del pago de la deuda ese activo, esa vivienda, estará revalorizada. Recordemos que bienes como los terrenos conforme pasa el tiempo el valor de los mismos van en aumento.

Préstamos para vehículo: Se considerará una deuda buena siempre que la compra de ese vehículo sea para trabajo y/o un vehículo de colección (un vehículo de colección conforme pasa el tiempo adquiere mayor valor). Si se compra un vehículo para trabajo es para generar mayor flujo de dinero del que actualmente tienes.

Préstamos estudiantiles: Este tipo de préstamos están destinados a financiar los estudios de formación superior o capacitaciones técnicas; siempre que tus pagos programados para esa deuda puedan cubrirse con tus ingresos futuros proyectados.

Mendoza precisa que una deuda buena incrementa el flujo de dinero y por tanto la rentabilidad está asegurada, funciona como apalancamiento financiero siempre que tus compras estén destinadas a bienes que se revaloricen o generen más dinero y permite acceder a fuentes de financiamiento con tasas de interés referenciales.

Deudas malas

Mayor costo financiero: Una deuda es considerada mala cuando la misma no genera más dinero y provoca una disminución tus flujos de dinero, “por lo que en lugar de beneficios generan mayores costos” insiste Mendoza.

Tarjetas de crédito: Los compas con tarjetas de crédito son consideras deudas malas porque generan un costo financiero más alto que cualquier otro tipo de financiamiento al ser créditos que te limitan a hacer pagos mínimos sobre tu deuda, puesto que el costo financiero en algunos casos hasta se triplica.

Prestamos de día de pago: Son préstamos con terceros donde los pagos son diarios y los costos financieros (tasa de interés) son los más elevados comparado con cualquier otro tipo de financiamiento, te recomendamos evitar este tipo de préstamos.

Para Mendoza, las deudas malas no ofrecen ningún tipo de rentabilidad económica, limitan tu libertad financiera, está direccionada para compra de pasivos que no te generan dinero, induce el sobre endeudamiento y están direccionada a gastos innecesarios.

Al momento de endeudarse

Estas son algunas recomendaciones que debes tomar en cuenta al momento de endeudarte:

1. Jerarquiza tus necesidades de consumo.

2. Elabora un presupuesto que te permita administrar eficientemente tu dinero (determina claramente tus ingresos y gastos).

3. Invierte en capacitación, esto te permitirá conocer más, aplicar herramientas y técnicas para gestionar eficientemente tus recursos y tomar mejores decisiones.

4. Infórmate sobre los tipos de créditos, garantías y costos financieros de los mismos.

“No te olvides que el dinero llama al dinero, siempre que el mismo lo canalices a generar mayores flujos y con ello generes mayor rentabilidad” recuerda Mendoza.

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