El ministro de Medio Ambiente, Alan Lisperguer, puso en duda los datos proporcionados por la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) en relación a los incendios forestales, señalando errores en el método utilizado para medir las áreas afectadas. Durante una entrevista en el programa "¡Qué Semana!", de EL DEBER Radio, enfatizó que el análisis de la entidad empresarial está basado en "focos de calor", lo que no es adecuado para cuantificar la superficie de las tierras quemadas.

El ministro dio un informe sobre el trabajo que está realizando el Gobierno ante los incendios forestales que afectan al país y que tienen como epicentro el departamento de Santa Cruz.

Discrepancias

El jueves, la CAO presentó un informe sobre las áreas donde se registraban los incendios forestales en basa a datos sobre la tenencia de la tierra emitido por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y los focos de calor que son monitoreados por las autoridades nacionales.

El reporte detalla que el sector productivo en su conjunto (grandes, medianos y pequeños productores) solo posee el 29% de tierras en la región. Y que el 78,4% de los focos de calor se encuentra en tierras fiscales y comunidades indígenas.

“Como sector agropecuario es necesario que la población en general conozca en manos de quién está la tierra en diversas oportunidades, con intereses particulares, estigmatizan a nuestro sector con información distorsionada”, dijo la entidad empresarial.

Nos obstante para Lisperguer, el método usado por la CAO solo mide anomalías térmicas en puntos específicos.

"Los focos de calor pueden variar en cuestión de horas, mientras que la cicatriz de quema, que es el verdadero parámetro para cuantificar la superficie afectada, es mucho más precisa", explicó el ministro.

Lisperguer señaló que las cicatrices de quema son las marcas visibles que deja el fuego en la tierra, y son estas las que permiten determinar con exactitud el daño.

 "Decir que la mayor parte de las tierras fiscales han sido quemadas basándose en focos de calor es como intentar medir un terreno con un termómetro", agregó, calificando el análisis de la CAO como "totalmente erróneo".

El ministro compartió los datos recabados por el gobierno, que contradicen la información difundida por la CAO. Según Lisperguer, el 46% de las tierras afectadas por los incendios corresponde a propiedades empresariales, mientras que las tierras fiscales representan un 34%. Las Tierras Comunitarias de Origen (TCOs) suman un 12%, y el resto está por debajo del 10%.

Además, aclaró que la mayoría de las áreas quemadas son pastizales, con una menor afectación en los bosques, aunque el daño en estos últimos es irreversible.

Lisperguer también indicó que los datos presentados corresponden a las quemas acumuladas durante todo el año, con un total de 1,5 millones de hectáreas de áreas boscosas y 2,3 millones de hectáreas de pastizales afectadas hasta la fecha. El ministro insistió en que la información del gobierno es más precisa porque se basa en imágenes satelitales verificadas en campo.

En cuanto a las medidas para combatir los incendios, el gobierno ha desplegado recursos como el avión supertánker y ha respaldado a los bomberos voluntarios mediante un decreto que garantiza su estabilidad laboral y académica durante su servicio.




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