En un escenario de crisis de abastecimiento de combustibles, la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) anunció la llegada de más de 2.000 cisternas con gasolina y diésel para restablecer el suministro de estos productos, que es irregular en todo el país. 

Según un especialista, a escala nacional se requieren a diario hasta 300 cisternas, por lo que el volumen que llegará al país cubrirá una semana de la demanda interna.

En las últimas cuatro semanas, las principales ciudades del país han registrado largas filas de vehículos en busca de gasolina y diésel. Inicialmente, la empresa estatal culpó de las colas a los bloqueos de caminos organizados por sectores afines al expresidente Evo Morales. No obstante, después de que estos se suspendieran, las filas continuaron e incluso empeoraron.

Muchos conductores de transporte pesado y personas particulares han llegado a pernoctar haciendo fila para conseguir gasolina o diésel. El sector más afectado es el productivo, que se ha declarado en emergencia, ya que no hay combustibles para iniciar los trabajos en el campo.

Actividades como la producción de caña (que está en plena zafra) y la producción de soya están trabajando a medias porque no hay diésel para poner en marcha la maquinaria en el campo. Si la situación es caótica en la ciudad, en las provincias es mucho peor.

En los pocos surtidores del área rural del departamento de Santa Cruz, los productores hacen filas con bidones y tractores, pero el diésel no llega y la desesperación crece entre los pequeños agricultores del departamento.

Llegan cisternas

En este contexto, Gabriela Delgadillo, gerente de Productos Derivados e Industrializados de YPFB, informó que la estatal ha implementado una estrategia agresiva para normalizar el suministro y reiteró que los problemas surgieron a raíz de los bloqueos, que, durante 24 días, desestabilizaron la logística de abastecimiento de la petrolera.

En declaraciones a la Radio Panamericana explicó que para contrarrestar este problema se tiene previsto el arribo de 650 cisternas con gasolina y otros 750 de diésel, por Paraguay y Argentina. A esto se suman otros 450 camiones de este tipo con diésel y 290 con gasolina que ingresarán desde la frontera de Bolivia con Perú.

En total, por estas vías, llegarán al país 2.140 cisternas que ingresarán para poder normalizar el servicio que se vio afectado por el paro protagonizado por sectores afines a Evo Morales.

Estos son volúmenes adicionales, que se sumarán a los envíos que comenzó a realizar YPFB desde Arica.  El lunes, la petrolera despachó 125 cisternas.

El analista y exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, calculó que los volúmenes que transportan las cisternas solo alcanzan para mediodía, tomando en cuenta que el país necesita por lo menos 300 cisternas diarias del producto y otra cantidad un poco más elevada de diésel. 

Por día para abastecer gasolina y diésel, se necesitan 300 cisternas por día. Si hay 150 (cisternas), alcanzan para mediodía para todo el país”, mencionó.

A la vez que explicó que el país consume 82.000 barriles de gasolina y diésel al día, es decir, unos 13 millones de litros. Una cisterna tiene capacidad de transportar entre 30 y 40.000 litros.

Tomando en cuenta, que el suministro diario es de 300 cisternas, el Estado podrá cubrir hasta 7,1 días la demanda de combustibles.

Delgadillo informó ayer que el fin de semana, un buque descargó en Arica un volumen de 40 millones de litros de gasolina y ayer se hizo la descarga de otros 40 millones de litros del mismo combustible. 

“El caso de gasolina desde ayer (domingo) mismo ya empezó a salir desde la terminal de Sica Sica (Arica), estamos despachando más de 125 cisternas con gasolina”, informó Delgadillo, el lunes en Bolivia Tv.

“Estamos realizando volúmenes de importación bastante agresivos que nos van a permitir ir normalizando y regularizando los despachos en las estaciones de servicio hasta que, en el transcurso de esta semana las filas, tanto de gasolina como de diésel, puedan desaparecer en su totalidad”, agregó.

Santa Cruz

En el caso específico de Santa Cruz, del total de cisternas que ingresarán al país, 1.400 llegarán a este departamento. Además, la estatal confirmó de un aumento en el volumen para la gasolina de un 50% y de un 35% en diésel.

Armin Dorgathen, presidente de YPFB, informó que en el caso de la gasolina el suministro normal es de dos millones de litros, pero ahora esta cifra se elevó a tres millones de litros para garantizar el abastecimiento.

En el caso del diésel el incremento pasó de 2 millones diarios a 2,7 millones diarios.

Para Ríos, estos anuncios no solucionarán el desabastecimiento de combustibles, hasta que el Gobierno disponga de la libre importación y comercialización de gasolina, diésel y gas licuado de petróleo (GLP).

“Hay que hacerlo de una vez y en esto creo que Santa Cruz debe tomar una posición fuerte, porque el no tener diésel, sin duda, va a matar al aparato productivo, fuera de que está matando otras actividades”, aseveró.

El exministro consideró que, durante la visita del Presidente Luis Arce a Santa Cruz, el viernes, los sectores productivos deben lograr una norma jurídica que permita la libre importación y comercialización de combustibles bajo normas técnicas ágiles.

Surtidores

EL DEBER consultó a algunos surtidores para verificar si el abastecimiento se está normalizando o no ante los nuevos anuncios.

Desde una estación de servicio explicaron a EL DEBER que la semana pasada se distribuyeron cantidades menores de gasolina, provocando largas colas en su establecimiento, donde llegaron a esperar entre 150 y 200 vehículos para obtener combustibles, incluso de un día para otro.

Sin embargo, en los últimos días se ha notado una leve mejoría, ya que se están asignando mayores cantidades de gasolina, lo que ha reducido el tiempo de espera. Pero ayer, el número de vehículos esperando había disminuido a menos de 20 vehículos.

La reducción en los cupos, según el propietario, afecta desde hace aproximadamente seis meses. “Nos han reducido un 20% de la gasolina que recibimos mensualmente. Antes recibíamos cerca de un millón de litros de gasolina especial, y ahora contamos con solo 850.000 litros, lo que nos ha dejado varios días sin abastecimiento”, explicó.

Esto impacta en la capacidad de algunos surtidores para operar todo el mes sin interrupciones.

El problema de fondo, asegura, se origina en las dificultades para la importación de gasolina, un proceso que se ha vuelto más complejo desde que el país comenzó a adquirir combustible de Rusia, después de haber dejado de hacerlo de Paraguay.

“La logística y las licencias son morosas y requieren al menos un mes de anticipación para que podamos comprar el combustible”, detalla otro propietario.

Estos permisos son gestionados por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y posteriormente, pasar por controles adicionales.

Los consultados indicaron que, de mantenerse las medidas actuales, el suministro podría estabilizarse a finales de semana.

Gobierno pide paciencia

El ministro de Hidrocarburos y Energías, Alejandro Gallardo, aseguró que la comercialización de combustibles en las estaciones de servicio del país se regulariza, por lo que exhortó a la población a tener paciencia y calma “para no agudizar la situación”.

Según un reporte de Erbol, reproducido por la agencia estatal de noticias ABI, la autoridad gubernamental afirmó que la comercialización de gasolina en los surtidores del país “ya se está regularizando” y que, en muchos casos, las colas de vehículos están disminuyendo e incluso ya sería normal en algunos departamentos. “Ya se está distribuyendo (combustible) a la población, todo lo que solicitamos es calma, que tengan paciencia. Ya están llegando estos volúmenes. Si generamos algún tipo de disturbio, lo único que vamos a hacer es agudizar esta situación”, sostuvo.

 Sin embargo, la situación de escasez de combustibles, especialmente de diésel y gasolina, ha provocado una creciente preocupación en las provincias del departamento de Santa Cruz, afectando tanto a consumidores como a sectores productivos de la región. 

En localidades como Montero y la zona Este del departamento, llevan varios días con largas filas en los surtidores, sin señales claras de pronta normalización en el abastecimiento.

En Montero, una de las ciudades más afectadas, la población enfrenta largas horas de espera para acceder a combustibles. Desde el inicio de esta escasez, se ha observado cómo los vehículos forman filas de varios kilómetros alrededor de los surtidores, con muchos conductores acampando desde la noche anterior para asegurar un cupo de abastecimiento al día siguiente.

Ayer, según reporte del periódico Zona Norte, la Federación de Trabajadores Campesinos de las Cuatro Provincias del Norte, realizaron una marcha desde Puesto Méndez, exigiendo al Gobierno la regularización del abastecimiento de combustibles, nivelación de la canasta familiar y acceso a la biotecnología. La caravana partió desde el surtidor frente al cuartel del Regimiento Ránger y llegó hasta la sede de la organización recorriendo por las calles de Montero. La paciencia se va agotando en la población.

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