PAÍS
Gabinete Social pide control de las divisas de las exportaciones para garantizar la circulación del dólar
Este martes 13, representantes sociales y el presidente se reunieron para abordar temas económicos
El rechazo a la propuesta del gabinete social de controlar las divisas del sector exportador privado, ante la escasez de dólares que atraviesa el país, ha generado una crisis cambiaria. Esta situación mantiene el costo de la moneda extranjera en una tendencia tan volátil que la referencia del billete varía cada día.
Hasta el martes, la referencia para la compra (lo que pagan los cambistas) fue de 10,50 bolivianos por dólar, y de 11,20 para la venta (el costo al que adquiere el consumidor), lejos de la cotización oficial de 6,96 para la venta. Sin embargo, este precio puede variar, según la región.
Esta inestabilidad ha causado preocupación en varios sectores, tanto empresariales como populares, incluido el sector gremial, que ha anunciado que radicalizarán sus protestas si el Gobierno no da una solución definitiva a este problema.
Diferentes sectores afines al Gobierno se reunieron con autoridades estatales para plantear propuestas que frenen la crisis cambiaria.
El control de las divisas generadas por las exportaciones del sector privado fue una de las propuestas planteadas por los movimientos sociales.
“Una de las sugerencias que hemos planteado es el control de las divisas de las exportaciones, que es muy importante para que eso entre al Banco Central, entre al Estado boliviano y, a través de ello, se pueda garantizar la circulación del dólar”, informó Juan Carlos Huarachi, secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB).
“Mal diagnóstico”
El empresario Samuel Doria Medina criticó la propuesta planteada por los sectores sociales. A su juicio, la medida planteada por estos grupos afines a la gestión del presidente Luis Arce Catacora parte de un mal diagnóstico que no toma en cuenta el verdadero origen de la crisis: el excesivo gasto del Estado.
“Cuando uno parte de un mal diagnóstico, propone malos remedios. El diagnóstico de las organizaciones sociales es que solo es un problema de oferta (los exportadores no entregan sus dólares, los especuladores elevan los precios) y no de exceso de gastos ni de expectativas adversas de los compradores. Este otro diagnóstico, que es el correcto, indica medidas de otra naturaleza, como recortar el déficit fiscal y recuperar la confianza del público”, señaló.
Doria Medina advirtió que, si se aplica esta medida, “no importa cuántos dólares se pongan, igual desaparecerán del mercado”.
“La idea de quitarle las divisas a los exportadores solo contribuye a la incertidumbre general y a la desesperación de los productores”, agregó.
De cara a un encuentro con el sector empresarial, Doria Medina pidió al gobierno abrirse a nuevas propuestas que realmente ayuden a solucionar esta crisis.
“Hoy, en el encuentro con los empresarios, el gobierno no debería limitarse a escuchar; debería dar certidumbre y esperanza presentando un plan adecuado contra la crisis”, dijo.
Desde la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), también rechazaron la propuesta. En declaraciones a medios televisivos, el titular de esta institución, Jean Pierre Antelo, sostuvo que sería un error materializar esta medida.
“Entendemos que estamos yendo a una reunión donde se van a plantear soluciones urgentes para resolver la crisis económica. Si los planteamientos del gobierno pasan por poner más trabas, más normativa, es una mala decisión”, remarcó.
Antelo argumentó que la escasez de divisas y el problema del combustible “se deben simplemente a que el país ha dejado de exportar más, y no a buscar en el sector privado la solución para realizar liquidaciones directas a través del Banco Central”.
El economista Gonzalo Chávez sostuvo que en “el contexto de una crisis cambiaria, como la que vive Bolivia, donde la escasez de dólares es pronunciada, el control de capitales puede incluir regulaciones sobre exportaciones e importaciones, así como restricciones sobre las transacciones financieras internacionales”.
Chávez advirtió que “evitar la fuga de capitales podría agravar la crisis”, y mencionó ejemplos del fracaso de esta medida en países como Argentina y Venezuela. En ambos casos, la medida fue contraproducente y trajo inestabilidad e hiperinflación.