La escasez de dólares y su cotización por encima de los Bs 11 en el mercado paralelo tiene un efecto contundente en el mercado inmobiliario: este es un buen momento para comprar una casa, si es que se tiene el dinero en bolivianos, porque hay sobreoferta y porque los vendedores que están urgidos de vender, se ven obligados a bajar el precio y aceptar negociar bajo el cambio oficial de Bs 6,96. Aun así, las transacciones son lentas.
Luis, un arquitecto paceño que trabaja en el área de la construcción en La Paz y Santa Cruz, asegura que comprar es un buen negocio, además, “porque si es que el Gobierno, a la larga, libera la cotización y se devalúa el boliviano, el precio del inmueble subirá automáticamente, y se habrá hecho un buen negocio”.
José Vargas, propietario que busca vender su casa en un conjunto residencial de Santa Cruz relató a EL DEBER: “La ofrezco hace siete meses. Hay gente interesada, vienen a verla, personas que, imagino, buscan hacer una inversión para cuidar que no se devalúe su dinero, pero me ofrecen menos de lo que pido, por lo menos un 30%, y luego no regresan. Creo que están esperando que el dólar se dispare más y haya una diferencia mayor; entonces podrán comprar más barato”.
Vargas junto con la agente inmobiliaria independiente Sara Barbato coindicen que el gran detonante de la cotización paralela fue el intento de golpe de Estado, el 26 de junio. “De Bs 8,50 se disparó a más de Bs 10. Con ese salto grande, es preferible esperar antes de hacer alguna inversión, porque se piensa que la situación va a empeorar”, puntualizó Barbato.
Sin embargo, Vargas advirtió: “No me quedó otra, me urge vender, así que tuve que bajar el precio en al menos 10.000 dólares y mantener el tipo de cambio oficial de Bs 6,96, porque no hay dólares. Aun así, todavía nadie me dio una respuesta positiva y los compradores están jugando con la necesidad de los vendedores. Paralelamente, aquí en Santa Cruz, hay bastante oferta de viviendas”.
Por su parte, la agente inmobiliaria paceña considera que se percibe el “miedo ante la inestabilidad económica e incluso política”. “Desde el asalto militar, muchas personas pusieron a la venta sus inmuebles de una forma, incluso, desesperada. Hay mucha oferta de inmuebles en La Paz, y poca demanda, A esto se le suma el hecho que los bancos complicaron el trámite para vivienda social. Esto desde el año pasado, cuando comenzó la escasez de dólares”, apuntó el propietario.
Relató que conoció dos casos de personas que estaban a poco de recibir el desembolso para un préstamo de vivienda social “y a ambos les dijeron que ya no podían recibir este tipo de crédito, si querían podían acceder al normal, pero con una tasa de interés del 18%, es decir, subió casi en 10%. Esto evita que la gente adquiera casas, y los que tienen dólares los guardan debajo del colchón”.
Aseguró que la gente espera que “la crisis se haga más palpable de lo que ya es, y aunque ahora es un buen momento para comprar, cuando la situación colapse, será todavía mejor momento para adquirir propiedades, porque estarán más baratas aún”.
La agente inmobiliaria dice que por el dólar paralelo, “con lo que antes comprabas un departamento, se podrá comprar uno y medio, eso sucederá cuando se dispare el tipo de cambio oficial, que el Gobierno mantiene en Bs 6,96”.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Santa Cruz, Franz Javier Rivero, advirtió que hasta hace un año, la venta de inmuebles se concretaba siempre en dólares. “Desde mansiones hasta un simple lote de 5.000 dólares, todo era en esa moneda. La gente hoy ya no paga en dólares y aunque hay algunas operaciones (solo de venta), los alquileres y anticréticos son siempre en bolivianos”.
La escasez de dólares genera la variación del mercado y la especulación, señala Rivero. “Hay gente que ya calcula el cambio a Bs 9 y un poco más. Entonces, ese es uno de los principales inconvenientes. Esto ha complicado las operaciones inmobiliarias, pero eso no significa que las haya frenado en su totalidad”.
Complementó que, afortunadamente, “la población necesita comprar, vender o alquilar. Tal vez lo que varía es la velocidad en la rotación de las operaciones y la dificultad en la negociación. No afecta a todos en general, porque hay sectores en la ciudad en los que el propietario pide un millón y esperará hasta que aparezca alguien que le pague ese monto o una cifra muy cercana. Pero también están los más urgidos de vender y bajan el precio incluso inferior al avalúo comercial de la propiedad. Eso es más habitual”.
De hecho, confirmó también en forma coincidente con el propietario Vargas, en que hay “una mayor cantidad de inmuebles ofertados, principalmente aquellos que son de personas que están en el estrato socioeconómico medio-bajo. Por la crisis se ven en la necesidad de reducirse, cambiar a una casa más pequeña para así tener un colchón económico, pagar deudas y vivir con lo que sobra. Por eso, venden a precios que hace dos años eran impensables”.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria resumió que “es una época más favorable para quienes compran, porque pueden aprovechar de pagar en bolivianos, usar a su favor la devaluación de nuestra moneda y guardar sus dólares, si los tienen. Mientras que el necesitado muchas veces debe vender a un tipo de cambio cercano o igual que el oficial. El apuro y la necesidad lo llevan a tomar esa decisión”.
DATOS
Oportunidades
Agentes inmobiliarios y propietarios sienten que este es un momento clave para comprar propiedades ante la posibilidad de capitalizarlos.
Vendedores
Los vendedores de casas y terrenos enfrentan la dificultad de recibir menos debido a la falta de dólares y por efecto de la sobreoferta.
Créditos
Las condiciones para adquirir un crédito de vivienda también han cambiado y ahora se hace más complicado el acceso.
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