Ante las observaciones del ingreso de $us 255,9 millones en agosto de 2009, provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), Marcelo Montenegro, ministro de Economía y Finanzas Públicas, aclaró que dichos recursos fueron una capitalización del FMI a los Derechos Especiales de Giro (DEG) de Bolivia que aumenta los activos del país y las Reservas Internacionales Netas (RIN) por lo que no era una operación similar a la de 2020, que es un préstamo.

Montenegro explicó que la operación de 2020 tiene plazo, tasa de interés a pagar, aunque sea ‘swap’ porque implica monedas del Estado a tiempo de remarcar que el DEG es un activo y el Instrumento Rápido de Financiamiento (IFR), que se usó en 2020 un pasivo porque genera deuda.

Al respecto, José Gabriel Espinoza, exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), indicó que Montenegro dice verdades a medias y se preguntó por qué en las notas de pie del BCB se indica que las DEG son un pasivo y que la tasa de interés a pagar es menor.

“El ministro no conoce el manual sexto de cuentas del FMI que indica en términos contables que el DGE va en la columna de los pasivos”, dijo Espinoza. 

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