La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) ha confirmado la implementación de controles y límites en las operaciones con tarjetas de crédito en el extranjero, especialmente en el retiro de dólares. Según Ivette Espinoza, directora de la ASFI, estas medidas se adoptaron tras detectar un uso inadecuado de las tarjetas, lo que ha resultado en la desviación de divisas hacia el mercado negro en Bolivia.

Espinoza explicó que la creciente demanda de dólares a través de estas operaciones estaba siendo aprovechada para actividades como el cambio de fichas de casino o la compra masiva de productos en países limítrofes para obtener dólares y revenderlos en el mercado paralelo.

Este comportamiento ha generado preocupación, ya que, según datos de la ASFI, el uso de tarjetas en puntos de venta (POS) y cajeros automáticos (ATM) en el exterior se ha incrementado en un 387% y un 227%, respectivamente.

La funcionaria subrayó que, aunque no existe una normativa específica que regule estas prácticas, las entidades financieras han intensificado los controles para evitar la legitimación de ganancias ilícitas. “A nivel internacional, los bancos corresponsales también han impuesto límites en cumplimiento de normativas globales para combatir el lavado de dinero”, precisó Espinoza.

Sobre el tema, un banquero que pidió la reserva de su nombre, confirmó que los consumos internacionales se han incrementado por un uso indebido de las tarjetas, que han sido usadas para especular con las divisas. “Los ejemplos que da el regulador son correctos e incluso se han identificado una serie de casuísticas diferentes destinadas a especular con la falta de divisas. Por lo tanto, controlar y limitar el uso internacional de estos medios de pago es fundamental en la coyuntura actual”, indicó.


Falta de dólares, el problema


En criterio de la presidenta del Colegio de Economistas, Claudia Pacheco, la pregunta no es el efecto en la banca, es el efecto en la economía en general y en los usuarios. "Primero, la ASFI debe aclarar qué entiende por “uso inadecuado”. Segundo, ¿desde cuándo se restringe la libertad de uso del ser humano?, si es mi dinero, yo lo puedo utilizar en lo que considere me beneficia en mis necesidades siempre y cuando no sea algo ilícito o un delito", cuestionó la experta.

Afirmó que las declaraciones de la ASFI solo desvían la atención ante la falta de dólares "y del cumplimento de sus funciones que son la de supervisión de las entidades financieras y protección al usuario; que en este caso, vemos lo está vulnerando".

Las restricciones impuestas por la ASFI son calificadas de ilógicas para el economista Jorge Akamine, quien señala que la diferencia significativa entre el tipo de cambio oficial y el paralelo incentiva a las personas a traer dólares desde el exterior para venderlos a un precio más alto en Bolivia. Para él, mientras no se adopten políticas que reduzcan el tipo de cambio paralelo, estas actividades continuarán siendo atractivas.

El experto añade que la falta de dólares en el sistema financiero es el verdadero problema detrás de las restricciones, y que los bancos están haciendo un gran esfuerzo para mantener los servicios de tarjetas de crédito en el exterior, a pesar de las dificultades.

Asimismo, advierte que las medidas actuales de la ASFI podrían tener efectos contraproducentes y resalta la necesidad urgente de restituir las reservas internacionales y ajustar los gastos del Estado en moneda extranjera para estabilizar la economía.

Sobre el retiro de divisa en el extranjero, el economista Bismarck Arevilca sostuvo que los agentes económicos (familias y empresas) buscan la manera alternativa de conseguir dólares. “El problema es que ya nadie quiere tener bolivianos y está buscando refugiarse en dólares, en otras monedas o en activos. Es algo bastante peligroso dentro de lo que es el sistema financiero teniendo en cuenta que tenemos un alto grado de bolivianización”, afirmó.

Punto de vista

Róger Mario López/ Experto en banca

“Con la normativa solo profundizan el problema”

El problema de fondo ha sido la incapacidad de las autoridades económicas para mantener las Reservas Internacionales Netas (RIN) en niveles óptimos. Tanto el Banco Central como el Ministerio de Economía veían cómo desde el 2015 se perdían RIN casi todos los meses y no activaron las medidas oportunas. Es más, irresponsablemente, el BCB comenzó a financiar al TGN y a las empresas públicas ya con las RIN en niveles críticos.

La ASFI, por su parte, con su normativa de límites para las comisiones ha ahondado más el problema de la escasez de moneda extranjera, pues los bancos ya no pueden encontrar dólares a ningún precio. Es normal que, ante tremendo descalabro, las familias busquen formas de proteger su poder adquisitivo. 

Además, lo que menciona el regulador no es ilegal y gracias a las prohibiciones de la ASFI se fomenta este tipo de conductas. Si bien no es la solución estructural, el supervisor debería levantar los precios máximos para las comisiones para que, por medio de éstas, las entidades puedan conseguir más dólares (aunque sea a un mayor precio) y repercutir parte del costo a los usuarios.

Lo más triste es que las autoridades, como se puede ver claramente aquí, en vez de atacar a las causas de los problemas atacan a sus efectos para tratar de ocultar la mala gestión. Es como un barco que tiene una grieta por donde entra agua y, en vez de enfocarse en taparla, están solamenre sacando el agua que va entrando ya a caudales.

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