Viajar con niños se puede convertir en una odisea o una pesadilla si los papás no toman las previsiones necesarias, más aún sin son viajes largos donde deberán estar varias horas en ese pequeño cubículo repleto de gente que ellos ni conocen, así que lo mejor es estar lo más tranquilo posible. Si ya es aburrido para los adultos viajar en avión, ¡imagínense cómo es para los chicos! La mejor manera de pasar el rato durante el vuelo es mantener al pequeño bien entretenido.

Los niños menores de dos años deben pasar todo el viaje en la falda de un adulto, salvo que, con mucha suerte, encuentren un asiento libre al lado. Si el pequeño paga su boleto, tiene derecho a su asiento y esto puede ser menos tedioso, para él y los papás.

María Teresa Ríos, de Santa Fe Viajes, afirma que volar con los niños supone todo un reto. Hay que cargar muchas maletas, perder varias horas de sueño y lidiar con el cansancio y el aburrimiento de los pequeños. Aconseja llevarlos siempre abrigados, para evitar que pasen frío, portar juegos que los puedan distraer, pero que no hagan ruido, como libros de cuentos, dibujos para colorear, rompecabezas, etc., tener snacks que les gusten, sin exagerar con los dulces. El iPad, con sus videos o juegos favoritos, siempre funciona. Darles agua en todo momento, eso los tranquiliza.

Vivian Melgar, agente de viajes, dice que, si son bebés, lleven todo a mano, como alimentos, medicinas, pañales y hasta ropa para cambiarlos. Si ya van a prekinder, agrega, pueden cargar algo para pintar y siempre tener a mano una merienda y medicamentos, en caso de que el vuelo le provoque vómitos. Para los más grandecitos, es más fácil porque se distraen con las películas que ponen en el avión.

Momentos incómodos

Los momentos más complicados para los más niños, por los cambios de presión son el despegue y el aterrizaje; por lo que Óscar y Mari, del Blog de viajes Con peques se puede, aconsejan que, si son bebés, pasen esos momentos con el chupete en la boca o tomando leche; si son más grandecitos, lo ideal es que estén comiendo algo que les haga mover la mandíbula.

Cargar juguetes a los que los estén acostumbrados y hacerlos pasear y conocer el avión, los mantendrá distraídos.

Lugares a visitar

Ríos dice que, si bien es un gran reto volar con niños, también es una experiencia inolvidable para toda la familia. Para visitar sugiere Nueva York que tiene hermosos parques zoológicos y museos; Orlando, con sus innumerables parques temáticos, Riviera Maya, Cataratas del Iguazú, Camboriú y Buenos Aires.