Bolivia ocupa el quinto puesto entre los países donde es más complicado invertir y concretar negocios. Están identificados cuatro factores que espantan a los inversores: La inseguridad jurídica, la presencia privilegiada del Estado, el bloqueo frecuente de caminos y un ‘infierno’ impositivo. El informe es del TMF Group y conocido como Índice Global de Complejidad Corporativa. No es una buena noticia cuando la economía nacional está en crisis, la protesta social gana las calles y se registra un inoportuno viaje presidencial.

Al país le hacen falta ‘divisas frescas’ para oxigenarse. Pero son de alto riesgo las condiciones de estabilidad económica por la caída de las RIN , la baja producción de gas, la pérdida de mercados, un gran déficit fiscal y otros desequilibrios que muestran un escenario delicado, según expertos en la materia. Un informe sobre indicadores económicos del Ministerio del área revela una fuerte caída de la Inversión Extranjera Directa (IED). El nuestro fue el único país de la región sin incremento de la IED que se ha tornado ‘especulativa’.

La IED impacta directamente en el fortalecimiento económico del país receptor. Contribuye al desarrollo y a la competitividad de su economía por la inyección de capital, tecnología y conocimiento. También genera empleos e ingresos fiscales. A pesar de todo, hay razones para invertir en Bolivia. Tiene sectores económicos atractivos. Necesita, eso sí, restaurar su imagen, generar certidumbre y condiciones para recuperar el interés de los inversionistas y, de paso, mejorar su porvenir.