“Dar la palabra es darse a uno mismo siempre y cuando se trate de una palabra plena.” Así lo dice Gabriel Rolón, un crack del psicoanálisis argentino que convierte conceptos complicados en historias que tocan el alma. En su libro Palabras Cruzadas, Rolón mezcla su experiencia clínica con una narrativa que engancha, y nos habla de amor, pérdida, miedo y esperanza.
Las palabras, las dichas y las no dichas, pueden cambiarlo todo. No son solo para hablar, son herramientas de introspección y sanación. Cada conversación, cada confesión, cada silencio, pesa. Palabras Cruzadas te invita a reflexionar sobre el poder de las palabras y la importancia de comunicarse de verdad.
Estamos en una sociedad llena de “parlotería” y una obsesión por aparecer y pertenecer. En medio de tanta palabra vacía, hemos perdido profundidad y significado. Esta saturación nos tiene agotados, como dice el filósofo Byung-Chul Han en La Sociedad del Cansancio.
Estamos tan obsesionados con estar siempre conectados y visibles, que nos autoexplotamos por brillar a cualquier costo.
Han critica la superficialidad y el exceso de comunicación de nuestra era digital, mientras Rolón nos recuerda el valor de la “palabra plena”, esa palabra llena de significado y autenticidad que puede cambiar nuestra vida y la de los demás.
En una era dominada por la cultura de la inmediatez, hemos perdido de vista la importancia de los procesos y el equilibrio necesario para lograr cosas auténticas. Nos han impuesto la creencia de que todo debe ser rápido y accesible al instante, olvidando que los verdaderos logros requieren tiempo y esfuerzo constante. Este enfoque paso a paso, lejos de ser una desventaja, nos permite construir bases sólidas y significativas en todo lo que emprendemos. Leer a Rolón y a Han es una cura para el alma en esta era de la superficialidad.
Palabras Cruzadas es una llamada a desconectarnos del ruido constante de las redes sociales y sumergirnos en una lectura profunda. Menos redes, más libros. Menos ruido, más pausa. Menos imitar y mas crear. Esa es la invitación de Palabras Cruzadas y, como lectora, me resuena fuerte y claro.