¿Está Estados Unidos preparado para una revolución en la política? La pregunta surge cuando Kamala Harris está muy cerca de ser nominada candidata a la Presidencia del país más poderoso del mundo. En un contexto en el que el aspirante republicano pretende copar la conversación ciudadana con discursos estridentes, con amenazas a los migrantes o con huellas de conductas misóginas, Kamala es como una brisa de transformación positiva para este país.

¿Quién es Kamala? Tiene 59 años, es abogada. Fue, nada más y nada menos, que fiscal del estado de California (el más grande de EEUU), después fue fiscal general de su país y senadora. Desciende de una madre india y un padre afrodescendiente. Fue criada por su madre, junto a sus dos hermanas, ante el abandono del padre. Dicen de ella que es firme y que hizo temblar y hasta llorar a más de un poderoso de su país, entre ellos a gente cercana a Trump. Tiene credenciales altas para convertirse en la mujer más poderosa del mundo.

Ella quiere ganarse la nominación a la presidencia. El camino que tiene por delante es cuesta arriba, tanto en su partido como entre los electores de su país. No obstante, la sola posibilidad ya ha cosechado millones de dólares en donaciones a la campaña demócrata, que tiene menos de un mes para tomar una decisión. Reportes periodísticos en el mundo dicen que Kamala no es una buena noticia para Donald Trump, por eso el afán de este personaje por desacreditarla. El tiempo dirá si Estados Unidos está listo para una revolución que, sin duda, puede tener impacto mundial.