Otra vez Santa Cruz respira humo. El 24 de septiembre no se pudo cantar con la emoción de siempre el “Bajo el cielo más puro de América”, otra vez volvimos a tener un aire extremadamente malo. No se necesita ser muy avispado para calcular que vamos a superar la desastrosa cifra del 2019, cuando se lloró por más de 5 millones de hectáreas quemadas por los incendios forestales.

- Que el alcalde de San Rafael, Jorge Vargas, haya irrumpido en llanto en pleno acto por la efeméride solo es signo de la impotencia por tanto suelo, flora y fauna maltratados. Su  municipio lleva tres meses con declaratoria de desastre por incendios y todo el año por sequía, pero no ven una respuesta efectiva de parte de las autoridades nacionales.

-Actualmente San Rafael sigue bajo las llamas, un foco de incendio está en el Área Protegida Municipal San Rafael, un corredor biológico que conecta el bosque seco chiquitano con el Pantanal. “Ahora que el Pantanal ha ardido, los animales buscan refugio en este corredor, pero si sigue quemándose, ¿dónde irán?”, se preguntó Vargas, cuando vamos por medio millón de hectáreas destruidas en su municipio. La misma pregunta nos hacemos nosotros.