No sabe, no responde, podríamos titular a lo que callan los allegados a Evo Morales sobre las acusaciones que tiene el expresidente por estupro agravado y trata y tráfico de personas. Cuando se les pregunta acerca de la veracidad del hecho, optan por decir que es un tema privado, que atañe a la vida personal de Morales, etc. Habrá que aclarar que el hecho de que un hombre de 55 años tenga relaciones sexuales y después embarace a una adolescente no es un asunto privado, le importa a toda la sociedad, porque es un hecho que no tiene atenuantes. Pero si a los evistas les parece que es un caso político porque este dirigente cocalero quiere postularse para la Presidencia de Bolivia, lo que corresponde es que el exmandatario dé la cara y se enfrente a la justicia donde se debe demostrar su culpabilidad o su inocencia. Es lo menos que puede hacer quien aspira a volver a la Presidencia del país.

Ardieron tres millones de hectáreas en solo un mes. Hasta el momento, suman 10 millones de hectáreas. Y cuando se acabe este desastre ecológico tendremos que decir que hubo incendios durante la mitad del año. En las últimas semanas se han intensificado las quemas; se está prendiendo más fuego y se lo hace de manera deliberada. Lo sabíamos hace tiempo y ahora recién lo reconoce el Gobierno. Pero ¿de qué sirve admitir esa situación si no se hace nada para cambiar la realidad? ¿De qué sirve rasgarse ahora las vestiduras si el próximo año se volverá a chaquear y a desmontar usando combustible y fósforo?