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Una tormenta perfecta para los cruceños
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21 de noviembre de 2024, 3:00 AM
Los habitantes de Santa Cruz de la Sierra soportan una tormenta perfecta en esta jornada. Hay paro de los comercializadores de carne, suspensión de actividades del sector de transporte público, huelga de trabajadores de salud en los centros de barrio y en los hospitales de segundo nivel. A lo anterior se suma la escasez de diésel, un recorte presupuestario para el Seguro SUS y un gran malestar ciudadano por todo lo que tiene que soportar.
Quienes trabajan en cultura de paz señalan que los conflictos deberían preverse y que las autoridades anticipen los escenarios y convoquen al diálogo antes de que los problemas deriven en penosas protestas sociales.
El transporte público se fue al paro porque exige el incremento del 50% en el precio del pasaje en micro. La Alcaldía asume que es necesario un ajuste pero no en esa proporción. Tiene su propio estudio técnico, pero fue presentado a última hora y con respaldos de cotizaciones que solo han incrementado las dudas. En esta ecuación hay dos responsables. Los transportistas porque quieren imponer un alza y las autoridades por esperar a última hora para buscar soluciones.
La situación es aún más compleja en el área de la salud. Los pacientes están sin atención especializada desde la semana pasada. Primero pararon los médicos y después los trabajadores sanitarios. Reclaman el pago de sueldos y también la provisión de insumos, medicamentos y condiciones adecuadas en los hospitales y centros de salud. La protesta no es empática de parte de quienes están en huelga, porque afectan más a los enfermos que a quienes deberían atender su pliego de peticiones. Como si no bastara esa situación, desde la Gobernación denunciaron que el Gobierno central impuso un recorte del 50% en el presupuesto para la salud, afectando el funcionamiento del primer nivel.
Por si lo anterior no fuera suficiente, los comercializadores de carne suspendieron la venta desde el lunes en protesta por el incremento del kilo gancho de la proteína. Demandan que el Gobierno prohíba las exportaciones para que haya abastecimiento del mercado interno, lo cual es un anacronismo que no guarda relación con la necesidad de producir más y buscar nuevos mercados de exportación, a fin de que este producto (que se vende bien en el extranjero) pueda generar divisas.
La crisis que hoy viven los cruceños tiene también como problema la escasez de diésel. Los empresarios del sector agropecuario están preocupados porque el problema afecta a la producción agropecuaria, pero también golpea a camiones de transporte nacional e internacional, a los micros que no pueden trabajar sin carburantes.
No podría haber un cóctel peor para la ciudadanía, que hoy tendrá que acudir a su trabajo con incertidumbre y con malestar. Esta realidad debe ser un llamado de atención para que las autoridades de los tres niveles de gobierno sepan anticipar y prevenir conflictos.
Por su lado, quienes optan por la huelga y el bloqueo deben saber también que el precio de su protesta es la afectación de la gente. Eso debería merecer repudio. Si bien hay derecho a la protesta, no tiene que abusarse de medidas que le hacen daño a la economía y generan rechazo contra los dirigentes que las proponen.