Que la riqueza natural de Bolivia no termine en la hoguera del descontrol y la impunidad, fue el objetivo del trabajo periodístico de investigación que la redacción de EL DEBER se propuso llevar adelante. Fue una tarea de meses, de trabajo de campo, de periodismo de datos y de largas lecturas que se emprendió en nombre de las 10 millones de hectáreas que ardieron este año en suelo boliviano.

 Y con la misión de que no sea un año más en que las coberturas noticiosas se limiten a dar un recuento de tierra incinerada y fuerza logística movilizada, este trabajo se propuso ir más allá y desentrañar qué estructura jurídico-legal apaña los incendios (hay 10 normas detrás de las llamas que las alientan).

 Esta investigación presentada en el inicio de semana en todas nuestras plataformas es un claro exponente del periodismo de valor que desde EL DEBER se hace, por el que se exponen los hechos, se desentrañan otros más, menos visibles, y se quiere provocar una reacción.

 Por todo esto, cerramos este colosal esfuerzo apuntalado por Connectas (plataforma periodística que promueve el intercambio de información sobre temas clave para el desarrollo de las Américas) y quedan todos invitados a dejar de ser indiferentes, a interesarse por la problemática y acudir hoy a las 19:00 al cine del Centro Boliviano Americano (CBA)