En esta gestión se presentó un escenario que fue denominado como histórico. Por primera vez, el valor de las exportaciones de gas natural a Brasil y a Argentina se vio superado por las importaciones de combustibles líquidos. Algo inédito que levantó mucho polvo en al ámbito de los hidrocarburos.
De acuerdo con la Fundación Jubileo en los primeros días de diciembre la exportación de gas natural facturó $us 2.630 millones, mientras que las importaciones de gasolina y diésel sumaron $us 3.661 millones generando un déficit de $us 1.031 millones.
Raúl Velásquez, investigador en Energía e Hidrocarburos de la Fundación Jubileo, señaló que la situación actual del sector hidrocarburos es resultado de una política con enfoque rentista implementada en el país desde mayo de 2005, que surgió como respuesta a las demandas sociales de inicios del Siglo XXI.
Según el analista, esta situación requiere, primero, de una nueva política energética nacional, plasmada en una nueva ley de electricidad y una nueva ley de hidrocarburos que sienten las bases para una matriz energética diversificada que brinde sostenibilidad en el mediano y largo plazo.
“Bolivia está en camino a ser un país importador y de ahora en adelante, la balanza comercial energética será negativa”, afirmó Álvaro Ríos, ex ministro de Hidrocarburos.
Mientras que, para YPFB el incremento de la importación de líquidos se debe a la mayor cantidad de vehículos y a un aumento de la actividad agropecuaria.