Empresarios de la construcción de América Latina alertaron que la burocracia y la inestabilidad política están frenando importantes proyectos de infraestructura vial que son fundamentales para la reactivación de las economías tras un año de recesión producto de la pandemia del covid-19.

Así lo afirmó Manuel Lascarro, presidente de la Federación Iberoamericana del Hormigón Premezclado y director de la Cámara Colombiana del Cemento y el Concreto, quien destacó que la construcción es una de las llaves fundamentales para la reactivación económica tras la crisis sanitaria global.

Desde hoy y hasta el 28 de mayo se llevará a cabo de forma virtual desde Colombia el 11.° Congreso Iberoamericano de Pavimentos e Infraestructura en Concreto, durante el cual se conocerán las principales innovaciones en materia de pavimentos de concreto e infraestructura vial. Bolivia estará representada en el evento por el gerente General del Instituto Boliviano del Cemento y el Hormigón (IBCH), Marcelo Alfaro, quien disertará sobre la ‘Colocación de pavimentos de concreto en climas extremos’.

Lascarro afirmó que “todo el sector de la construcción tiene los ojos puestos en la reactivación económica y, como sabemos, la construcción es uno de los motores comprobadamente en diversos países para todos los proyectos de reactivación”.

Lascarro remarcó que, en general, a la región “todavía le hace falta entender la importancia de esta pieza, que es la construcción”. En este sentido, el directivo destacó que “la burocracia y la inestabilidad política aparecen como los principales obstáculos para la realización de proyectos de infraestructura en la región. Los proyectos acaban demorándose demasiado, lo que termina disolviendo el impacto social que pudieran tener en el empleo y la reactivación”.

“En muchos países arranca una obra con un gobierno y se termina con otro. La inestabilidad política no favorece la realización a tiempo de proyectos que pudieran realizarse en dos o cuatro años y que tardan hasta diez años”, indicó.

En Bolivia, el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejó que el sector de la construcción ingresa a su quinto año de desaceleración económica. El año pasado hubo una disminución del 47,7% en la superficie de los permisos de construcción en comparación con 2019, de 2.820.621 m2 a 1.481.662 m2. Las cifras nacionales de planos aprobados de construcción bajaron de 5.907 a 3.062.

Los indicadores del Banco Mundial señalan que la construcción de infraestructura, en América Latina, está por debajo de los promedios internacionales. Incluso, los países africanos -que presentan menores índices de desarrollo humano- y la India muestran hoy mayores niveles de construcción que la región latinoamericana, en gran medida por el retraso en los contratos de infraestructura, alertó Lascarro.

Seguir otros ejemplos

El experto dice que se deberían seguir “casos de éxito” como el de Estados Unidos, China y el Reino Unido, donde el impulso de grandes proyectos de infraestructura vial y de vivienda han logrado reactivar las economías y generar miles de puestos de trabajo, pese a la crisis. En la región, Chile, Brasil y Paraguay están siguiendo el mismo camino con resultados destacados, explicó Lascarro.

En las últimas décadas, China ha expandido su participación en importantes obras de infraestructura en América Latina, especialmente por las oportunidades que tiene la región para la construcción de obras públicas.

“América Latina tiene que ver a la construcción, no solo para llenar las necesidades de carreteras y viviendas, sino también como un motor de recuperación de la economía de sectores”, afirmó.

te puede interesar

Dinero

Incautan hasta $us 2,5 millones de mercancía ilegal en frontera con Bolivia y Perú

Operativo. Brasil despliega fuerzas militares desde septiembre de 2019 en el estado de Acre. Vehículos, cigarrillos, armas y cocaína son los productos que más confiscan

Lea también

ECONOMÍA

Crece el comercio electrónico en Bolivia, pero la desconfianza todavía frena el pago online

Tendencia. La pandemia y la cuarentena impulsaron la expansión del servicio, que obligó a muchas empresas a renovarse para atender la demanda de servicios digitales en la compra y venta de artículos del hogar.