En Bolivia cuatro de cada diez estudiantes son víctimas de maltrato, cifra que va en aumento debido al uso de las plataformas digitales que fomentan el ciberbullying.

Preocupados por esta situación, entendidos en el ámbito educativo elaboraron un proyecto para trabajar en la prevención de la violencia en las escuelas, con actividades lúdicas y juegos educativos. La propuesta es impulsada por el educador Alberto Santelices Salomón, con el apoyo de la Subdirección de Educación Alternativo y Especial, y la dirección de la unidad educativa Bellas Artes.

El proyecto fue presentado ante el Concejo Municipal que aplaudió la iniciativa, la misma que nace ante las alarmantes cifras de violencia en el país.

Según datos de la Unicef, cuatro de cada diez menores de edad sufrieron cualquier tipo de maltrato en las escuelas. Lo que más preocupa es que el 14% de las víctimas no dice nada, es decir, sufre en silencio, por lo que corre el riesgo de caer en depresión y autolesiones.

La violencia se da principalmente en tres espacios: en los baños, en las entradas al colegio y en los pasillos, es decir, en lugares donde no hay presencia de gente adulta.

Los datos de Unicef muestran que el 29% de las víctimas cuenta a sus progenitores la situación que están pasando, el 27% a sus amigos, el 13% a sus profesores y el 14% no dice nada a nadie.

La propuesta

Santelices indica que, si bien la prevención de la violencia es un tema que debe ser abordado en las escuelas, en el currículo educativo no existen instrumentos ni técnicas para los maestros.

Por ello, el proyecto educativo plantea implementar seminarios con dinámicas lúdicas, que se desarrollen durante tres días. “Los estudiantes, padres de familia y profesores son protagonistas de las actividades”, señala Santelices.

Se combinan los talleres educativos, que deben ser impartidos por profesionales entendidos en la temática, con juegos y otras actividades lúdicas. “Los chicos aprenden jugando y ahí está el éxito de la actividad”, señala.

Los estudiantes, por ejemplo, hacen de ‘diccionarios vivos’, es decir, son los encargados de responder las dudas de sus compañeros. Hay murales, exposiciones y juegos promovidos por alumnos que hacen de periodistas, fotógrafos, policías y otros.

Finalizada la actividad, los grupos que demostraron mayor creatividad son premiados.

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