Al hacer gestión desde un gobierno, se debe empezar por identificar los problemas de su territorio en los temas de su competencia. Esto es el diagnóstico situacional, y está integrado por dos elementos básicos: 1) los datos y 2) la identificación de los problemas con base en el análisis de esos datos. Así, cada problema tendrá un indicador que es indispensable para la planificación.

Por ejemplo, si se ve que uno de los problemas es la falta de agua, los datos mostrarán con exactitud cuántas viviendas no tienen acceso a ese elemento vital. Si, por decir, los datos muestran que existen 100, en función del dinero con que se cuenta y el tiempo para el que se planifica, se podrá estimar y definir la medida en que se logrará resolver ese problema. Si se dice que en un 30%, este será el objetivo. Para alcanzarlo, se podrán determinar las acciones. Cuando estas se ejecuten, en la evaluación se podrá verificar la medida en la que se logró resolver el problema.

Sin un diagnóstico situacional basado en datos, no es posible hacer una buena gestión pública, es decir, resolver los problemas y mejorar la calidad de vida en el territorio. Sin problemas identificados y sus indicadores, no sería posible optimizar la inversión pública, ya que los objetivos no contemplarían metas (indicadores) y las obras y otras acciones se fijarían arbitrariamente. Cuando estas se ejecuten, no se podría saber qué problemas o en qué medida estos se están resolviendo.

Además de ello, es importante que no sólo la planificación, sino también el diagnóstico situacional sea participativo. Esto porque es la misma gente la que debe decidir el estilo de calidad de vida que desea para su comunidad. Cada persona y cultura tiene una forma de concebir y de pensar la calidad de vida. Por tanto, es cada comunidad la que puede definir los temas que deben trabajarse para mantener o mejorar su calidad de vida. Es en función de esos temas que se recogerán los datos. Finalmente, es la propia gente la que debe decir si lo que, conforme a los datos, parece ser un problema, realmente lo es.

Se debe recoger también datos cualitativos, además de los cuantitativos, mismos que permiten igualmente generar indicadores. Siendo los gobiernos estatales y competentes, todos los datos que estos generen son oficiales, por lo que son los que pueden usarse para la planificación pública.