Su nombre es Erwin Berzaín Arias. Cruceño. De 35 años y 1,75 m. Hace dos años irrumpió en el cine, el teatro y la televisión boliviana, pero no se quedó quieto. Saltó a las ligas mayores y en su primer intento cayó, pero de pie. La producción de la séptima temporada de El señor de los cielos, la famosa serie de narcos de la cadena Telemundo, lo fichó para que formara parte del elenco estelar.

Él encarna a Lázaro, un boliviano que realizó entrenamientos militares en Cuba y que trabaja mano a mano con el comandante Valdés (Roberto Escóbar) y La coronela (Dayana Garroz), aliados de Los Casillas. Hoy, ese militar de la serie revela cómo llegó a conquistar el éxito fuera de las fronteras, además de sus gustos y sus pasiones aún desconocidas.

En busca de sus sueños

Hijo del fallecido militar Ricardo Berzaín y de la política ‘Nena’ Arias. Aunque su realidad lo hizo involucrarse en los oficios de sus padres, él prefirió explotar su talento que empezaba a aflorar en las reuniones familiares y en los festivales del colegio La Salle, donde era el número uno en anotarse para declamaciones, cantos y obras teatrales. “Quería estar en todas”, recuerda emocionado.

A medida que fue creciendo, fue aumentando su pasión, aunque no veía chances de surgir en esta área. Al salir bachiller se fue a estudiar a Buenos Aires (Argentina). Cursaba el segundo año de Arquitectura, cuando vio un letrero que ofertaba clases de actuación y no dudó en apuntarse.

En su primer taller comprendió que el arte de actuar corría por sus venas y que no podía dejarlo. Estudió Teatro en la escuela de Julio Bocca y después volvió a Bolivia. Quería brillar en su tierra.

De las tablas a la TV y el cine

Su aventura en las tablas se inició en 2015, con la obra teatral Tu me manques, de Rodrigo Bellott. Actuó en obras destacadas del país, como Raza de bronce, de Julio Moldes, y Acerca de Cordelia, de Paulina Oña. Pronto llegó su gran salto a la televisión.

En 2017, un amigo lo invitó a participar del casting de actores para la telenovela Despéiname la vida. Él no dudó en postularse y consiguió un rol antagónico en la trama juvenil ‘made in Bolivia’.

Ese mismo año saltó a la pantalla grande con Tu me manques, de Rodrigo Bellott y Soren, de Juan Carlos Valdivia. En ambas brilló.

Este último trabajo catapultó su carrera internacionalmente, pues cuando viajó a México para promocionar el filme, lo invitaron para ‘audicionar’ en la nueva temporada de El señor de los cielos, la teleserie que tiene gran audiencia en Bolivia y que hizo conocido al galán mexicano Rafael Amaya. Ahí también actuó otra boliviana: Ximena Herrera.

“Fue muy curioso y satisfactorio, porque en un inicio mi personaje iba a ser cubano y luego fue adaptado para que sea boliviano”, cuenta. “Me encanta y me llena de orgullo que Bolivia figure en esta exitosa producción, pues lo único que quiero es ser un orgullo para mi país”, encierra el joven, que también actuará en la película El baile de los 41, de David Pablos, que se estrenará en Netflix, en 2020. “Nunca imaginé tantos éxitos juntos, me siento bendecido”, expresa.

El hombre detrás del actor

Erwin afirma que su ‘nueva’ vida no ha cambiado su esencia. Sigue “amando” los momentos con su familia y las salidas a bolichear con sus amigos. Nada lo relaja más que disfrutar un buen libro en compañía de Yuca, una perra bull terrier. Ella es su compañera de aventuras hace siete años.

¿Novia? No tiene. Se considera un “alma indomable” y aún espera a la persona que pueda hacerlo cambiar de opinión. No posee un prototipo de mujer que lo haga feliz y tampoco un estilo definido para vestirse. “Me gusta la ropa cómoda y los perfumes que me regalen”, dice. Tampoco menciona una fragancia favorita.

Ahora todos esos aspectos no le preocupan, pues piensa seguir brillando. El cruceño de la barba esparcida por el rostro y de mirada seria apunta hacia su nuevo objetivo: Hollywood.

 

Actuando. Durante las grabaciones de la telenovela Despéiname la vida



Diferente. Posó para el lente de la fotógrafa OTL

 

A lo grande. Posando en uno de los sets de Telemundo