A pesar de la crisis económica, la escasez de dólares y los conflictos sociales, el sector empresarial de Santa Cruz continúa avanzando, demostrando que su espíritu emprendedor no se detiene ante la adversidad. La reciente Expocruz 2024 es un ejemplo claro de ello, consolidándose como una plataforma clave para negocios, alianzas estratégicas y desarrollo económico en Bolivia.​

La feria, aunque registró cifras menores comparadas con 2023, generó intenciones de negocios por 203 millones de dólares, incluyendo la exitosa Rueda de Negocios de Cainco. Este monto no solo resalta el potencial a corto y mediano plazo de los acuerdos alcanzados, sino que refleja la confianza de los sectores productivos en la importancia de Expocruz como motor de crecimiento. En un escenario de dificultades económicas, la feria reafirmó su rol esencial para fomentar el comercio en Bolivia.

Con más de 420.836 visitantes y la participación de 2.231 marcas, de las cuales 1.471 fueron nacionales y 760 internacionales, Expocruz no solo promovió el desarrollo económico, sino también la interacción empresarial entre diferentes sectores y regiones. La presencia de 32 delegaciones extranjeras fue vital para que muchas empresas exploraran mercados internacionales, consolidando a Bolivia como un actor importante en la integración comercial regional.

El sector pecuario fue uno de los grandes protagonistas de esta edición. Participaron 122 expositores y 1.026 ejemplares, con remates y juzgamientos que contaron con la presencia de jueces. Un récord importante fue la cotización de una vaca Nelore en 756.000 dólares, un reflejo del creciente profesionalismo y la alta calidad genética del ganado boliviano.

A pesar de los desafíos, la alta satisfacción de los asistentes y expositores, con un 96% y 90% respectivamente, confirmó el éxito de Expocruz 2024 como un espacio clave para la concreción de negocios y la creación de oportunidades en tiempos difíciles.

Además de la feria, otros proyectos empresariales también destacan en Santa Cruz, subrayando el dinamismo del sector privado. El Banco Ganadero, por ejemplo, inauguró su nuevo edificio en el centro de Santa Cruz, una obra que simboliza la confianza en el futuro económico de la ciudad. Fernando Monasterio, presidente de la entidad, destacó la relevancia de esta inversión no solo como un impulso al sistema financiero, sino también como parte de un plan más amplio para revitalizar el centro histórico de la ciudad.

Otro proyecto clave es el nuevo puente sobre el río Piraí, que conecta Santa Cruz de la Sierra con Porongo. El Puente Urubó Village, con una inversión privada de 13 millones de dólares, se inauguró anoche como un regalo cívico para Santa Cruz. La estructura de 420 metros y doble vía, con ciclovía incluida, busca aliviar la carga vehicular del puente Mario Foianini, facilitando la conexión entre ambas ciudades.

Esta infraestructura no solo mejorará la conectividad, sino que también simboliza la capacidad de superar las adversidades económicas. Con más de 22.000 vehículos diarios estimados, el puente impulsará la expansión de barrios y áreas comerciales.

Santa Cruz, a través de la Expocruz y de proyectos como el nuevo puente y la sede del Banco Ganadero, sigue demostrando su capacidad para enfrentar los desafíos y buscar oportunidades. En medio de la crisis, el sector empresarial no se detiene, sino que se reinventa y avanza, consolidándose como el motor económico de Bolivia.