El Instituto Nacional de Estadística (INE) puso a prueba la logística y cotejó los datos de la cartografía recientemente actualizada durante el primer día del censo experimental que ayer comenzó en el municipio cochabambino de Capinota. El proceso continuará hasta este lunes en el área rural y dispersa de esa zona del valle.

“En cada área está un supervisor. Es importante que en esa área siempre exista alguien que pueda hablar el idioma, eso también es importante determinar, que en ese grupo de censistas tiene que hablar por lo menos una persona el idioma del lugar”, dijo la directora del Censo 2024, Marta Oviedo, en conferencia de prensa.

El director nacional del INE, Humberto Arandia, dijo que nada es perfecto en la vida y que todo deja lecciones. Uno de los aprendizajes fue la dificultad que tienen las áreas alejadas de los centros de acceso a la televisión y más aún al internet, lo que dificulta la tarea de monitoreo de los censistas.

“Dentro de toda Bolivia no existe cobertura total del celular, también hay lugares de pequeñísimas comunidades que no tienen señal telefónica y mucho menos de datos, son pequeños detalles que podemos afinar a lo largo del tiempo”, explicó Arandia a tiempo de brindar su evaluación.

Entre los aspectos positivos, mencionaron que se debe seguir practicando en el llenado de boletas de parte de los voluntarios. Reclutar más jóvenes de los lugares donde se realizará la encuesta nacional. Pedir mayor participación de estudiantes de quinto y sexto de secundaria; aunque ahí tienen un problema, ya que los estudiantes más aventajados de los dos últimos cursos están reclutados en el servicio premilitar.

También destacaron el civismo de la población que acató el auto de buen gobierno y la obligatoriedad de quedarse en casa a esperar a las personas que llenaron las preguntas de la encuesta.

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