La confraternización y el entusiasmo movieron la segunda jornada de paro en la capital cruceña y muchos se congregaron en El Cristo Redentor para finalizar la medida.

Los puntos de bloqueo, que se instalaron en diferentes rotondas y calles, fueron los escenarios para confraternizar y mostrar el entusiasmo de los cruceños. En muchos lugares no hizo falta ninguna planificación previa, pues la predisposición hizo que, de inmediato, se armen las ollas comunes y refrigerios para compartir. 

Saúl Menacho, que estuvo en la avenida Alemania y segundo anillo, dijo que los vecinos colaboraron con alimentos y se dividieron en tres turnos para mantener la vigilia en ese punto.
También se mantuvieron cerrados los principales centros de abastecimiento. “Uno que otro puesto abrió su puerta, pero más del 80 por ciento prefirió acatar estrictamente el paro”, manifestó Brayan Salvatierra, un vecino de la zona del antiguo los Pozos. 

Para Magaly Solares, el comercio acató la movilización por un nuevo Censo en el primer semestre de 2023 “Ni los supermercados abrieron, todos acataron. Me quedé sin carne ni pollo”, comentó esta mujer que caminó cerca de 15 minutos buscando algún puesto de carne en Los Pozos.

Los escolares tampoco tuvieron clases regulares, pero algunas unidades educativas avanzaron a distancia, otros aprovecharon para informar a los padres sobre el avance de sus hijos, pero todo de forma virtual. Las autoridades educativas instruyeron que, durante las dos jornadas del paro departamental, las clases sean presenciales, pero eso no se cumplió. Los establecimientos educativos permanecieron cerrados y recién este miércoles abrirán sus puertas.

Entre tanto, la atención en los hospitales se mantuvo limitada a los servicios de emergencia.
Algunas personas que tienen a sus familiares internados durmieron en los hospitales para estar pendientes de cualquier requerimiento. Otros buscaron hospedajes cercanos para evitar contratiempos.

Los puntos de bloqueo se mantuvieron también en las zonas populosas como La Campana, Los Lotes, la Villa Primero de Mayo y La Pampa de Isla, aunque también hubo personas que se dieron modos para transitar, principalmente en sus bicicletas.
La tensión se mantuvo por momentos, porque volvieron a salir los grupos para levantar los puntos bloqueos. Con ayuda de un tractor y un camión levantaron las llantas en la zona de La Colorada.
Uno de los enfrentamientos se registró en el cuarto anillo y avenida Vallegrande (entre la Av. Santos Dumont y Doble vía a La Guardia), donde simpatizantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) que acompañaron al ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, llegaron a levantar los bloqueos.
"Vamos a seguir limpiando la ciudad", expuso Montaño al momento de ser identificado.

Detenciones
El Ministerio Público presentó este martes la imputación formal contra las cuatro personas que fueron aprehendidas durante los enfrentamientos el primer día del paro en la zona del Plan 3.000. En el documento se pide al juez que sean recluidos, de manera preventiva en Palmasola, por 180 días.

El fiscal Osvaldo Tejerina indicó que a los cuatro se les secuestró artefactos explosivos, motivo por el cual fueron imputados por los supuestos delitos de instigación pública a delinquir, asociación delictuosa, tenencia, porte o portación ilegal de explosivos y atentados contra funcionarios de la seguridad interior del Estado.
Explicó que fueron capturados en un rastrillaje policial; sin embargo, Roberto Paco, presidente de las juntas vecinales del Plan 3.000, denunció que los sacaron del interior de sus viviendas y no durante los enfrentamientos.

Firmes en la lucha
Por su parte, la gente que respaldó el paro de 48 horas asegura que está firme en la lucha por un nuevo Censo. Carolina Pehlmann, que vive por el cuarto anillo y avenida San Martín, manifestó que está dispuesta a acatar lo que disponga el Comité Interinstitucional. “Esta medida nos ha ayudado a fortalecer los lazos entre vecinos, entre ciudadanos, entre bolivianos, que ponemos nuestro granito de arena para apoyar al más necesitado, al que vive del día”, aseveró. 

Por su parte, Yenny Zeballos, de la avenida Brasil y segundo anillo, remarcó que el Censo “no solo beneficiará a los cruceños, sino a todos los bolivianos, porque nos permitirá conocer las principales necesidades”, remarcó.
En esa línea, el diputado por Creemos, Walthy Égüez, resaltó que la población ha comprendido que el Censo es una demanda social, que busca identificar las principales necesidades de los grupos más vulnerables. “Lo que ahora corresponde es que el Comité Interinstitucional convoque y se tome nuevas determinaciones”,. 

Otros vecinos también siguen esa línea. “Tengo un negocio, pero nuestro pedido es justo. No estamos pidiendo nada del otro mundo, queremos saber cuántos somos para una mejor distribución de los recursos”, manifestó Esteban Hidalgo, vecino de la avenida Piraí y cuarto anillo.

Bladimir Sotomayor, vecino del cuarto anillo y Roca y Coronado, cree que primero está el futuro de sus hijos, el futuro del país. “Esta lucha no es de un día y lo sabemos bien, pero es una cuestión de saber mirar hacia adelante, hacia el futuro. Es una demanda justa, a estas alturas ya deberíamos tener un nuevo censo”, remarcó.

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