Edición ImpresaOPINIÓN
Sumisión indignante
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7 de noviembre de 2024, 3:00 AM
Cuando triunfó la revolución cubana triunfó en aquel lejano 1959, la población en La Habana recibía con alegría y esperanza al ingreso de los barbudos guerrilleros que habían derrocado a una dictadura, que, como tal, ya había entrado a una etapa de descomposición económica y social.
Lo que la población cubana no vio venir era el carácter totalitario y dictatorial de los lideres de esa revolución, que desde que asumen el control del Estado, muestran sus garras que sojuzgan de la manera más brutal a la población que del festejo, paso rápidamente al miedo.
Entre las medidas que mostraban la fuerza de la imposición dictatorial fue el racionamiento de todos los productos de primera necesidad y la casi desaparición de los combustibles, dejando a la población cubana en una indefensión cada día en aumento.
El gobierno dictatorial para evitar los reclamos de la población, sometía a esta con la fuerza de las armas y de prisión sin derecho a defensa. El uso de las armas era el mayor argumento para que ese pueblo empezando a ser sojuzgado hasta el extremo, no pudiera reclamar y tenía que aceptar esa situación, porque ponía en riesgo su vida y su libertad.
Han pasado 65 años desde que el pueblo cubano fue sojuzgado y la presencia de las armas y la ausencia de libertad siguen siendo los elementos de control para evitar reclamos o exigencias.
Pasado ese tiempo, estamos viviendo en esta triste nación (no la cubana, la boliviana), situaciones de racionamiento de combustible que es absolutamente inaudito por dos elementos: es de absoluta responsabilidad e ineptitud del gobierno plurinacional, el haber llegado a esta insólita situación de escasez de un elemento básico en la vida la población y, el otro, los reclamos de la inmensa población afectada, tengan o no vehículos, se limita simplemente a opiniones similares en los medios de comunicación reclamando y quejándose.
No es que considere un levantamiento armado ni mucho menos, pero tampoco se puede seguir en una posición solamente de queja; es directa y absoluta responsabilidad del gobierno (no sé si es correcta esta expresión, porque gobierno significa gobernar, tomar decisiones, dirigir, prevenir y definir acciones para el manejo de justamente el gobierno, lo que los detentadores actuales del poder no lo hacen) primero, evitar que existan situaciones como el grave presente de desabastecimiento de combustible y si ya por ineficacia e ineptitud de los responsables hemos llegado a la actual situación, entonces deben buscar de manera inmediata y práctica, tomar las medidas para solucionar esa situación, sino lo hacen, entonces será el pueblo el que legítimamente exija con otros medios se llegue a esa solución.
Parece que la bolivianidad se ha insumido en la plurinacionalidad y cada vez se va limpiando el camino hacia el futuro para que se siga en esta situación, porque no hay -creo que no la habrá- quienes puedan liderar con respuestas profundas, el precipicio en el que nos encontramos.