El liderazgo eficaz se define por la capacidad de los líderes para inspirar y empoderar a sus equipos a fin de alcanzar entornos de trabajo positivos, productivos y resilientes. Al hacerlo, los líderes no sólo fomentan el éxito individual, sino que también impulsan el desempeño general de la organización.

Los líderes eficaces no sólo dirigen, combinan habilidades de comunicación, empatía, motivación, toma de decisiones y desarrollo del equipo para crear un entorno de trabajo productivo y positivo.

En este contexto, expertos en gestión de capital humano aseguran que las “4Es” del liderazgo —encontrar, empatizar, enganchar y empoderar— representan un enfoque integral y humano que permite a los líderes crear entornos donde las personas se sientan motivadas y capacitadas para alcanzar su máximo potencial, beneficiando tanto al individuo como a la organización.

“Un líder que comprende e implementa estos principios puede crear un entorno donde las personas se sientan inspiradas, motivadas y empoderadas para alcanzar su máximo potencial, conduciendo al éxito individual y colectivo de la organización”, sostiene Cinthia Ashanti Romero, directora de Capital Humano en La Paz de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

La experta explica cada una de estas habilidades del liderazgo:

1.       Encontrar (engage)

Se centra en la creación de relaciones genuinas con el equipo. Un líder que se involucra de manera auténtica con su equipo fomenta la confianza y una comunicación abierta y bidireccional.

Esto es fundamental para mantener a todos informados, alineados y comprometidos. Además, un líder inspirador motiva a su equipo con su pasión, energía y una visión clara del futuro, estableciendo un ambiente de trabajo positivo y desafiante.

2.       Empatizar (empathize)

Implica ponerse en el lugar de los demás, entendiendo sus perspectivas, emociones y motivaciones. Un líder empático reconoce y valida los sentimientos del equipo, creando un espacio seguro para la expresión abierta y sin juicios.

Este enfoque valora la diversidad de ideas y experiencias, fomentando un entorno de trabajo inclusivo donde todos se sientan respetados y valorados.

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3.       Enganchar (Energize)

Enganchar se refiere a la capacidad del líder para confiar en las habilidades de su equipo, otorgándoles la autonomía y los recursos necesarios para alcanzar los objetivos.

La sinergia entre los miembros del equipo es crucial para el éxito, y un líder efectivo debe crear un ambiente donde todos se apoyen mutuamente y trabajan hacia un objetivo común. Reconocer y recompensar los éxitos individuales y colectivos refuerza los comportamientos positivos y motiva al equipo a seguir adelante.

4.       Empoderar (enable)

Finalmente, empoderar significa brindar oportunidades de aprendizaje, capacitación y desarrollo profesional para que los miembros del equipo puedan crecer y alcanzar su máximo potencial.

“Delegar responsabilidades y proporcionar libertad para tomar decisiones informadas es crucial para el desarrollo y la confianza del equipo. Adicionalmente, fomentar una cultura de aprendizaje continuo permite la experimentación, la innovación y la búsqueda de nuevas ideas para mejorar”, manifiesta.

Las 4Es del liderazgo ofrecen un marco para que los líderes puedan inspirar, motivar y empoderar a sus equipos, promoviendo el éxito tanto individual como colectivo. Al adoptar estos principios, los líderes pueden construir organizaciones resilientes y dinámicas, capaces de enfrentar los desafíos del presente y del futuro con confianza y creatividad.

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Romero explica que, si bien las 4Es del liderazgo proporcionan una base sólida para un liderazgo efectivo, existen cualidades y habilidades adicionales que son cruciales para sobresalir en el panorama empresarial dinámico actual. Estas incluyen:

●        Adaptabilidad y agilidad

●        Pensamiento estratégico

●        Inteligencia emocional

●        Creatividad e innovación

●        Integridad ética

●        Habilidades de comunicación

●        Habilidades para la toma de decisiones

●        Habilidades para la resolución de problemas

●        Habilidades para la gestión del tiempo

●        Compromiso con el desarrollo personal y profesional

¿Se nace o se aprende a ser líder?

Este tema ha sido objeto de debate durante siglos. En el pasado, la idea predominante era que el liderazgo era una cualidad innata, reservada para unos pocos afortunados que nacían con las características necesarias para inspirar y guiar a otros.

Sin embargo, Romero aclara que, en la actualidad, la perspectiva sobre el liderazgo ha evolucionado significativamente y que, si bien es cierto que algunas personas pueden tener una predisposición natural hacia el liderazgo debido a su personalidad, inteligencia o experiencias de vida, se ha demostrado que el liderazgo es una habilidad que se puede aprender y desarrollar con esfuerzo y dedicación.

“Diversos estudios e investigaciones en el campo de la psicología, la gestión y el desarrollo organizacional han demostrado que las habilidades de liderazgo se pueden adquirir a través de la educación, la capacitación, la experiencia y la práctica. Existen numerosos programas, cursos y talleres diseñados para ayudar a las personas a desarrollar las habilidades y conocimientos necesarios para convertirse en líderes efectivos”, puntualiza.

Hoy, las organizaciones valoran cada vez más a los líderes que demuestran capacidad de aprendizaje, adaptabilidad y un enfoque en el desarrollo de su equipo. “Un líder que está dispuesto a aprender, crecer y evolucionar junto a su equipo estará mejor posicionado para enfrentar los desafíos del futuro y conducir a la organización hacia el éxito”, agrega la experta.

Para Romero, el líder es el motor del éxito empresarial, personal y social, ya que su influencia se extiende más allá de las paredes de una empresa, impactando positivamente en diversos aspectos de la vida individual y colectiva.

“Un líder inspirador no solo es clave para el éxito empresarial, sino que también juega un papel fundamental en el desarrollo personal y profesional de las personas, en el cumplimiento de sueños y metas, en el bienestar de las familias y la comunidad, y en la construcción de un mundo mejor”, concluye la experta en capital humano.

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