Por: Gabriela Toro / Artista Plástica y Docente

Al cierre de la obra Hola Lulú, ¿en dónde te has perdido? aplaudimos a tres actrices en lencería paradas junto al actor principal, el escritor Óscar Barbery Suárez y el director Porfirio Azogue. Son dos hombres quienes pensaron qué se dirá y cómo se lo dirá, y tres mujeres y un varón quienes ponen el cuerpo para decirlo.

Las mujeres tienen el rol de prostitutas que se ofenden si se les ofrece un pago por no ser penetradas; que dicen prostituirse por decisión propia a pesar de haberlo hecho por necesidad, con hombres mayores desde que eran menores de edad; que describen su sexualidad, incluso cuando hablan de su placer, desde una mirada falocéntrica. Es como escuchar lo que una sociedad machista formada por pornografía y burdeles, donde jamás se ha atendido a la voz de una mujer –mucho menos una prostituta– creería que es la sexualidad femenina.

Una seguidilla de burlas por la “impotencia” del personaje masculino, a quien el guión le atribuyó un trauma como única razón concebible para su desinterés por pagar por sexo, demuestra una imposibilidad de pensar en las masculinidades por fuera del macho viril con energía sexual incontrolable. Hasta las escenas en las que las mujeres intentan tener sexo con él sin su consentimiento son presentadas como seducción y no como abuso.

Ante las incoherencias y el machismo desnudo, los espectadores ríen a carcajadas sin que la obra, que pretende ser una “comedia crítica”, los cuestione o confronte. No sé si lo hacen por su incapacidad de registrar la violencia al estar maquillada de empoderamiento, por su inhabilidad de pensar más allá del chiste o por simple complicidad.

En un escenario lleno de mujeres, con una temática que las afecta con violencia e intensidad, ¿dónde queda su voz? ¿Es lo mismo ponerles palabras en la boca que permitirles hablar?

Lea también

Escenas

Hola, Lulú. En dónde te has perdido: la prostitución vista desde el teatro cruceño

Mañana se estrena esta obra escrita por Óscar Barbery Suárez y dirigida por Porfirio Azogue. Se presenta en la Casa de la Cultura Raúl Otero Reiche, a las 20:00, y seguirá en cartelera hasta fines de octubre. Se muestra como una comedia crítica