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La prótesis se adhiere al muñón que tiene Leo y se acomoda gracias a una especie de guante plástico por donde pasa un tipo de cableado que hace que cuando se doble la muñeca hacia abajo los dedos de la prótesis se cierren y cuando se enderece esta, los dedos se abran. 

Una impresora 3D imprime casi toda la mano, es decir, las puntas de los dedos, los dedos, las falanges, el pulgar, el bloque de los nudillos y las bisagras de la muñeca. Cada una de estas piezas están conectadas por una especie de cableado que se sujeta con tornillos de acero inoxidable, esto para darle flexibilidad a la mano y los dedos.

El guante se debe hacer aparte, con un termoplástico que viene en hojas y que se corta según el tamaño de la mano. Este material es sensible al calor y se sumerge en agua caliente. Cuando se pone transparente se lo retira y se lo moldea a la forma exacta del brazo y la mano.
Todo este procedimiento está en una página en internet, Thingiverse, que ofrece un tutorial del paso a paso, esa información la ha cargado el creador de este modelo, Richard van As, que bautizó este prototipo como Robohand. Para hacer esto solo se necesita una impresora 3D, imprimir las partes de la mano y ensamblarlas. Esto fue lo que hizo Leo, en su inquietud por conseguir una mano que se adapte mejor a él, descubrió el tutorial en inglés, y con la ayuda del Instituto de Robótica Sawers diseñó la mano con sus medidas y la imprimió.

La misma será mejorada, pues hay la posibilidad, gracias al Club de Ciencia, de imprimir una mano 3D utilizando un filamento especial que le permitirá controlar los dedos con la fuerza del músculo de la muñeca.