“Voy a invertir en el futuro”, dijo cuando reclamó el premio. Donald Savastano, de 51 años, estaba feliz luego de que gracias a la lotería había ganado $us 1 millón de premio.

Pero un cáncer cerebral y pulmonar que no había sido detectado a tiempo, le arrebató su vida en el momento menos esperado. Tres semanas después de haber sonreído para las cámaras, falleció.

Él pretendía comprarse un camión y pagar todas sus deudas. Había planificado incluso viajes y comodidades. Sin embargo, los estudios por recaídas le detectaron cáncer y poco después perdió la vida.