Cientos de niños, varios acompañados de sus padres, protagonizaron ayer una marcha contra la violencia, organizada por la Gobernación de Santa Cruz.

Mostraron carteles y, a viva voz, pidieron a las autoridades frenar la violencia sexual que muchas veces se da en el hogar. La caminata acabó en Manzana Uno, donde hubo una feria en la que enseñaron a los chicos a identificar los toques impúdicos y a recurrir a la persona de confianza para denunciar al agresor.