Desde su niñez, proyectaba su destino en las historias que retrataban las películas. Sus ansias de aventura se limitaban por las escasas oportunidades que encontraba en Bolivia. Dejó atrás las frías mañanas paceñas y el humito de la llaucha caliente para volar tras sus sueños a Miami. Ahora, ya con 50 años, Antonio Velasco, ‘Tonny’, es coordinador de Producción para la división digital de Telemundo, cadena líder en Estados Unidos entre los latinos. Guarda entre sus logros más relevantes dos estatuillas ‘Telly’ recibidas como reconocimiento a la creatividad publicitaria.

El camino para alcanzar los sueños reclamaba esfuerzo. ¿Qué barreras ha tenido que vencer hasta alcanzar el éxito?  
Las barreras fueron internas, algo de nuestra idiosincrasia, tal vez. La autoestima es una fuerza que mueve montañas y el cultivarla requiere esfuerzo propio.

Como boliviano, me sentí, en su momento, parte de una minoría entre las minorías, pero tuve el apoyo de gente en mi entorno que identificaba mis cualidades y me exhortaba a arriesgarme. Esos ángeles me hicieron creer en mí mismo y tomar riesgos. Descubrí que durante mi formación en Bolivia, con los valores que me inculcaron mis padres y mi sociedad, tenía las herramientas y el talento para avanzar. Cuando superamos ese miedo a fallar, somos imparables. 

Con esa convicción en sí mismo, fue que Tonny, hijo de Rodolfo Velasco y Susana Mérida, y hermano de Paola y Claudia, llegó a ocupar el cargo que ahora tiene y a convertirse en una pieza clave en el mundo digital de Telemundo. 

Este cargo es el resultado de más de dos décadas en el medio.  Para él fue un desafío llegar a trabajar en la división digital, porque era salir del entorno con el que estaba familiarizado, la televisión. 

Ahora se siente renovado, explorando los avances de la industria y manteniéndose vigente en una industria que avanza a ritmo acelerado. “¡Nadie sabe lo que traerán los próximos diez años! Esa incertidumbre me emociona y me mantiene motivado”, resalta.

La televisión se ha convertido en el enemigo moderno. ¿Qué está fallando en la actual propuesta televisiva? 
La libertad de expresión es uno de los pilares de su existencia. Las tendencias en programación existen porque se justifican en la recepción que tienen. Aquí, y en cualquier parte, se aplica el principio de la oferta y demanda. Si comenzamos a criticar y a censurar las propuestas buscando su eliminación, estamos admitiendo una falla en nuestra habilidad para confiar en la humanidad de las personas. Tenemos libertad para escoger. El libre albedrío es clave en nuestra identidad y nadie nos lo puede quitar.

Se señala los talk show y a los reality como uno de los factores de la baja calidad de los contenido. Estos programas ¿provocan una nueva forma de relacionamiento social, un nuevo paradigma de valores?  
Pregúntenle a cualquier persona. Todos nos paramos a ver qué pasó cuando hay un accidente.  El morbo es parte de lo que somos como seres humanos. La literatura, el teatro y más recientemente el cine y la televisión han encontrado la manera de explotarlo. La calidad es baja, solo si uno está dispuesto a agacharse para ver. Los medios son un vehículo de entrega, a veces reflejan las flaquezas de la sociedad, pero la solución no está en culpar al mensajero.

¿La televisión tiene un compromiso con las audiencias?
Los medios de comunicación, en su gran mayoría, son empresas de lucro y buscan satisfacer los gustos para un mayor común denominador. Asignarles la responsabilidad de educar es un escapismo. El Gobierno es responsable de administrar las políticas que rigen el acceso a las masas y son ellos quienes deberían proveer las plataformas para ello.  Llevo más de 30 años viviendo en Estados Unidos, y como productor y como televidente sé que los medios de comunicación han estado del lado de la comunidad hispana en momentos claves, tanto cómo han volteado la cara cuando les convenía. 

Telemundo tiene una política corporativa que reconoce la importancia de conectarse con las comunidades que alimentan su audiencia, esto no quiere decir que uno tiene que bajar la guardia como consumidor.

¿La televisión está preparada para afrontar los nuevos hábitos de consumo digital, como Facebook live, Netflix o Internet?  
El entretenimiento se ha transformado en una industria. La televisión, en su forma actual, va a desaparecer. La pregunta es: ¿Qué tan pronto? Parte de la respuesta la tienen las empresas y negocios que generan publicidad. Sin publicidad comprada, los medios no existirían, esta fórmula se remonta a los periódicos, luego pasó a las radios, se trasladó a los canales a las páginas web y ahora las pantallas de los teléfonos. Mientras la publicidad siga apostando a la televisión como medio masivo, la tecnología de punta deberá esperar su turno. Acabo de producir un video para Facebook que en menos de cuatro horas ya tenía 400.000 visitas, una audiencia envidiable para cualquier canal de televisión. No obstante, los comerciales salen en la tele. 

Pero este video, que es un episodio digital del programa Caso Cerrado con la doctora Polo y que ha sido un éxito total para Telemundo Digital, tuvo más de un millón de visitas en menos de una semana. Es el más visto en la historia de la página de Premios tu Mundo en FB. Es la primera vez que se realiza este tipo de contenidos y yo me siento muy orgulloso de este logro. 

¿Las audiencias son protagonistas en los contenidos digitales?
Esa es la ventaja de la distribución de contenidos en redes sociales. La interactividad alimenta ese deseo de formar parte activa y dejar de ser un testigo pasivo. El crecimiento de las plataformas y la aparición de nuevas tecnologías apuntan a esa fórmula. Snapchat o Instagram tienen preferencia en los grupos demográficos más buscados porque ofrecen las herramientas para contar tus historias y distribuirlas a tu gusto. En esencia es suplantar a la tele de antes con tu tele digital para ver quien sintoniza.

¿Cree que urge adecuar los contenidos?  
Tomemos ventaja de los avances en tecnología. Ésta evoluciona constantemente, las propuestas varían en busca de un éxito masivo. Facebook en vivo como servicio ha generado la multiplicación de tecnologías laterales para fusionar las técnicas televisivas con la familiaridad de las plataformas digitales. De esa manera podemos distribuir contenidos con alto valor de producción disponible en las nuevas pantallas: los teléfonos inteligentes. La clave es combinar el avance con la aceptación masiva.

¿Están preparados para el desafío?
En Telemundo estamos con los ojos abiertos. Nos asociamos con otros pioneros en campos tecnológicos y buscamos crear propuestas diferentes para el usuario. No nos podemos dormir en los laureles, los millennials son muy sofisticados y ¡no tienen paciencia con los flojos!

¿Estamos preparados en Bolivia para el salto digital?
Por cuenta propia he investigado el mercado y me parece que la mayor dificultad en el avance digital es el mismo de siempre… las carreteras. Hasta que no exista una infraestructura de banda ancha disponible para todos y a un precio justo, cualquier tendencia tardará en llegar a nuestra villa virtual. 

¿Algún día lo tendremos por Bolivia aportando a la televisión nacional?
Siempre estoy dispuesto a compartir lo que he aprendido. Tengo buenas relaciones con gente que comparte mi visión en Bolivia y ojalá que un día se convierta en un aporte tangible. ¡Me haría muy feliz hacer algo por mi patria!.