El exsecretario general de Bolívar, Rodrigo Martín Quiroz Calderón, está con detención preventiva en el penal de San Pedro, en La Paz, por el caso ‘complot a la FBF’ tras quedar implicado luego de los audios que se hicieron públicos en junio, en el que se lo escucha dar detalles de los pasos que estuvo siguiendo en contra de Fernando Costa, titular de la FBF.

En esos audios, Quiroz señala cómo busca perjudicar a Costa por diferentes medios. Ante esta situación, el ahora exdirectivo fue destituido del cargo mientras se realizaba la investigación. Este miércoles, Quiroz se puso a disposición del Ministerio Público y la resolución 395/2024 ante el juez 16 de instrucción en lo penal, ordenó la detención.

“Es por la comisión de delito en contra del presidente de la FBF (Fernando Costa) y la detención es por seis meses. Su situación jurídica se considerará en fecha 2 de abril de 2025 a las 9:00. Esta resolución fue dada el 2 de octubre de 2024 a las 12:43 de la tarde”, dice el documento leído con base en el código de procedimiento penal.

Según se supo, Quiroz se puso a disposición del Ministerio Público para dar toda la información posible y esclarecer más sobre el tema. En los audios que circularon en junio solo se escucha decir que cuenta con la ayuda de Marcelo Claure, actual presidente del club Bolívar. Pero no es el único nombre que maneja y se anticipa que se los dará a las autoridades.

En el audio que se utilizó como prueba, Quiroz habla con un “operador” al que le pide que tiene “que demostrar corrupción y si le encuentras algo al Andrés (Costa, hijo de Fernando), mucho mejor”. Pero además se lo escucha decir frases como “Claure tiene plata, pero no tenemos la billetera abierta. Me ha dicho meter en cana a este tipo, pero necesito pruebas”.

Nombró también en cierto momento a Jhonny Aguilera “que es cercano al Pike y que también es amigo de Gustavo Camacho”. O decir “hay que tener cuidado, es gente muy jodida, con mucho dinero”. Ante estos audios, Costa y sus abogados decidieron iniciar un proceso y el caso se denominó “complot” ya que se buscó desestabilizar al titular federativo.