En una tradición que ha perdurado cuatro décadas, el escenario vibrante del barrio Hamacas en Santa Cruz se llenó de nostalgia y emoción para el "Partido del año". Este evento anual reúne a exjugadores y futbolistas en activo del ámbito nacional, dividiendo sus lealtades entre dos equipos emblemáticos: Azul y Amarillo.
Bajo el cálido sol del cielo más puro de América, el 22 de diciembre marcó el más reciente capítulo de esta emocionante tradición. La cancha del barrio Hamacas se convirtió en el epicentro de un espectáculo deportivo que atrajo a una multitud ávida de presenciar la magia que solo el fútbol puede ofrecer.
El equipo amarillo, desplegó una alineación de ensueño que incluía a los hermanos Silvestre y Raúl Justiniano, Alaín Niño de Guzmán, Alejandro Gómez, Ernesto Cabello, Pony Araúz, así como las leyendas Víctor Hugo ‘Copito Andrada’ y Miguel Aguilar. La lista continuó con nombres resonantes como Mario Cuellar, Gustavo Peredo, Leonardo Toco, Santos Navarro, Richard Spenhay, Gabriel Ríos, Paul Arano, Fernando Saldías, Matheo Zoch y Jorge Ortíz.
Enfrentándose a ellos, el equipo azul alineó un conjunto igualmente impresionante, liderado por Wilson Escalante, Róger Suárez, Freddy Chispas, Miguel Ángel Hoyos y Álfaro Uriona. Los arqueros Gustavo Almada y Pedro Galindo se destacaron bajo los tres palos, respaldados por Cristian Coimbra, Roly Sejas, Samuel Galindo, José Carlos Barba y Carlos Saucedo.
A pesar de la intensidad del enfrentamiento, fueron los azules quienes se llevaron la victoria en la categoría de 40 años y más, sellando un triunfo resonante con un marcador de 3-1.
La emoción no disminuyó en la categoría de fuerza libre, donde nuevamente los azules emergieron victoriosos, esta vez con un ajustado marcador de 2-1. Este enfrentamiento reunió a jugadores en activo y algunos recién retirados, destacando la calidad y el espíritu competitivo que trasciende generaciones en el barrio Hamacas.
El "Partido del año" no solo es un evento deportivo, sino un puente que conecta el pasado con el presente, reavivando la camaradería y la pasión por el fútbol en Santa Cruz. En el corazón de este barrio, donde las historias de gloria futbolística se entrelazan con la tradición, cada año es un recordatorio de que el amor por el deporte nunca envejece.
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