El rey Carlos III y la reina Camila comenzaron el martes una visita de Estado a Kenia, antigua colonia británica donde se multiplican las peticiones de disculpas por el pasado del Reino Unido en este país de África del este. 

Esta visita de cuatro días, que tiene lugar antes de que Kenia celebre en diciembre el 60º aniversario de su independencia de la corona británica, es la primera de Carlos III como rey en un país del Commonwealth (Mancomunidad de Naciones). El objetivo es "subrayar la asociación sólida y dinámica entre el Reino Unido y Kenia", indicó la embajada británica en un comunicado. 

Pero el desplazamiento de Carlos, de 74 años, y de la reina Camila, de 76, debe permitir evocar "los aspectos más dolorosos de la historia común del Reino Unido y de Kenia" en los años previos a la independencia, según Buckingham. 

Entre 1952 y 1960, más de 10.000 personas fueron abatidas durante la revuelta de los Mau Mau contra el poder colonial, una de las represiones más sangrientas del imperio británico. También resultaron muertos 32 colonos. 

Después de ser recibidos por la pareja presidencial keniana William y Rachel Ruto, Carlos III -vestido con un traje a rayas azul adornado con una amapola roja- y Camila, vestida de blanco, hicieron una visita simbólica a los "Jardines de la libertad" ("Uhuru Gardens" -"Uhuru" significa libertad en suajili) de la capital. 

El soberano depositó una corona sobre la tumba del soldado desconocido en este lugar donde se izó en diciembre de 1963 la bandera de Kenia, en lugar de la "Unión Jack" británica.

Excusas públicas incondicionales

La ONG Comisión de Derechos Humanos de Kenia (KHRC) llamó el domingo "al rey, en nombre del gobierno británico, a presentar excusas públicas incondicionales e inequívocas (...) por el trato brutal e inhumano infligido a los ciudadanos kenianos durante todo el período colonial", entre 1895 y 1963.

La KHRC también pedió reparaciones "por todas las atrocidades cometidas contra los diferentes grupos del país". Después de años de procedimientos judiciales, Londres aceptó en 2013 indemnizar a más de 5.000 kenianos víctimas de abusos durante la insurrección Mau Mau. 

El ministro de Asuntos Exteriores, William Hague, expresó entonces el "sincero pesar" de Gran Bretaña. 

La pareja real permanecerá dos días en Nairobi. El programa incluye reuniones con empresarios, jóvenes, banquete de Estado y visita de un nuevo museo dedicado a la historia de Kenia. 

A continuación viajará la ciudad portuaria de Mombasa (sur), donde Carlos III -comprometido con las cuestiones medioambientales- visitará una reserva natural y se reunirá con representantes religiosos.

No se desplazará a Nanyuki, donde tiene su sede la Unidad de Entrenamiento del Ejército Británico en Kenia (Batuk), en medio de controversias recurrentes entre acusaciones de violación, asesinato y presencia de municiones sin estallar que mutilan a las poblaciones locales. 

Después de las visitas de Estado a Alemania y luego a Francia, marcando una voluntad de acercamiento de Londres con sus aliados europeos, Carlos III se vuelve hacia la Commonwealth. 

Este vestigio del imperio británico, que agrupa a 56 países -en su mayoría antiguas colonias británicas-, está debilitado por críticas cada vez más vivas sobre el pasado colonial del Reino Unido.

Un poco de historia

Para Londres, esta visita es la ocasión de "mostrar una república independiente en el seno de la Commonwealth, que sigue sacando ventajas de su relación con Reino Unido", y presentarlo como "un modelo potencial para otros" países, señala Poppy Cullen, historiadora de la Universidad de Cambridge, a la AFP.

Pero la historia entre los dos países tiene momentos sombríos como la represión de la revuelta de los Mau Mau, que se saldó con más de 10.000 muertos entre 1952 y 1960, principalmente de la comunidad Kikuyu, una de las represiones más sangrientas del imperio británico.

Londres aceptó en 2013 compensar económicamente a más de 5.000 kenianos, pero en el país algunos esperan que el rey presente excusas oficiales por los hechos protagonizados en el pasado por Reino Unido.

El Palacio de Buckingham aseguró que esta visita será la ocasión de evocar "los aspectos más dolorosos" de la historia entre los dos países y Carlos III tratará "durante la visita de profundizar en su comprensión de los males sufridos por el pueblo de Kenia durante este período" colonial.

El rey ya ha mostrado este deseo de buena voluntad en apaciguar los ánimos desde su ascenso al trono. 

"¿Se va a disculpar?", se pregunta Poppy Cullen. "Sus palabras serán escuchadas con mucha atención". Probablemente más allá de Kenia. "Todas las antiguas colonias observarán (su comportamiento en su visita al país africano). Si el rey pide disculpas o lamenta el período colonial en Kenia (...) se creará una especie de precedente", añade la historiadora.

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