El teléfono celular se ha convertido en un importante transmisor de virus y bacterias. Sus funciones táctiles obligan al usuario a controlarlo con la mano y, por tanto, se trasforma en un foco de infección. La importancia de su cuidado y limpieza supera la pandemia del coronavirus y debería ser un hábito común para evitar el contagio.

La limpieza de manos se ha señalado como una de las medidas más eficientes para limitar el contagio. Durante estos días, el alcohol en gel se ha convertido en la compañía permanente. La costumbre de presionar el dispensador para frotarse la mano genera una sensación de protección y alivio. En supermercados, bancos y otros establecimientos forman parte de la rutina normal.

Al igual que el teléfono, otros elementos tecnológicos forman parte del hábitat doméstico. La computadora o el control remoto del televisor pasan de mano en mano entre los integrantes de la familia. 

El cuidado y limpieza de los mismos requiere tomar en cuenta algunos consejos útiles que eviten el deterioro de los mismos. Los dispositivos electrónicos, muchas veces diminutos, requieren un cuidado especial para funcionar de manera correcta. La limpieza y desinfección de estos equipos requiere una atención especial.

Un estudio reciente publicado en la revista médica The Journal os Hospital Infection considera que la supervivencia del Covid-19 perdura hasta nueve días en superficies como el metal, el vidrio y el plástico, componentes comunes en los equipos tecnológicos. “Aunque la carga viral del virus en superficies inanimadas no es conocida durante una situación de brote, parece conveniente reducirla en superficies por desinfección, especialmente de lugares frecuentemente tocados en las inmediaciones de los pacientes de los que se esperan altas cargas virales”, destaca el mencionado artículo.

El estudio científico recomienda la desinfección del teléfono con una solución que contenga un 70% de alcohol. Los técnicos especializados en reparación de computadoras recomiendan utilizar alcohol isopropílico o toallitas desinfectantes para la limpieza, productos muy accesibles en el mercado. A diferencia de las soluciones de alcohol normales, el isopropílico se evapora mucho más rápido y afecta en menor medida a las partes sensibles de los equipos.

Los especialistas advierten que lo que es malo para los virus, también puede resultar dañino para los teléfonos.

Los fabricantes de tecnología indican que la limpieza de los equipos se debe realizar mediante “una solución jabonosa con un suave paño”. Además, advierten que algunas partes como las entradas de cargador o los puertos de conexión no deberían ser expuestos a la solución de alcohol isopropílico.

La protección de los teléfonos, sobre todo aquellos que se controlan a través de las funciones táctiles, incorpora una película oleofóbica para resguardar las huellas digitales. Con el tiempo y con la utilización de productos abrasivos, esta película se deteriora y deja de cumplir su función. Por ello, los fabricantes insisten en la limpieza a través de un paño humedecido con agua y jabón.

El control remoto requiere similares medidas de limpieza que los teléfonos. “Estudiando los movimientos de los virus encontramos que es suficiente con tocar una superficie infectada, cualquiera -un picaporte, por ejemplo-, y luego el teléfono, para depositarlo en el dispositivo que más usamos durante el día”, explica Charles Gerba, un profesor de microbiología e inmunología de la Universidad de Arizona, a la publicación Men’s Health.

La limpieza de los dispositivos electrónicos que habitualmente se usan en casa contribuye a frenar la expansión del coronavirus y ayuda a resguardar a las familias que permanecen en casa.