El coronavirus se ensañó con la familia Vincenti, pero, especialmente con Tingo, que tras más de un mes todavía batalla con las secuelas de la enfermedad. En su hogar, entre días buenos y otros no tanto, el cantante se emociona al hablar con sus amigos y familiares y agradece el cariño y las oraciones que no pararon de llegar durante su internación.

Un agradecimiento que pide resaltar es para los médicos de la Caja Petrolera y las enfermeras del primer piso, que lo arroparon por un mes, al igual que para su hijo, Alberto (27), que se internó con él sin miedo a contagiarse. Dice que gracias a Dios, a ellos y al pueblo cruceño hoy está vivo y celebrando el Día del Padre con los suyos, y qué mejor fecha que esta para enviarles su eterna gratitud.

Con 60 años y sin enfermedades de base, no pensó que el virus lo ataque con tanta fuerza. Pero así fue, en cuestión de días necesitó internación y estuvo a muy poco de ser intubado. Tingo salió airoso de la etapa crítica, sus resultados ya arrojaron el negativo del Covid-19 y el positivo de anticuerpos para él.

Hoy, en su casa, su esposa Soraya Núñez Vela, domina los cuidados de un paciente en recuperación del Covid-19. Ella también se emociona por tener a su amado en el hogar, aunque con 10 kilos menos, pero vivo y mejorando de una neumonía que avanzó un 70% en sus pulmones.

Dieta especial, el tanque de oxígeno de a ratos, la medición de la presión y oxigenación y fisioterapia son los cuidados que necesita el músico cruceño, que no ve el momento de volver a cantar para su pueblo.  

Durante la enfermedad de su esposo, ella también se contagió y estuvo más de una semana internada, al principio junto a él, hasta que lo tuvieron que trasladar a otra clínica porque su cuadro se complicó. Lo despidió con un nudo en la garganta y siguió su tratamiento y cuarentena sola.

Sola también regresó a casa, y entonces supo que su hija, Nicole (30) igual se contagió, aunque, por fortuna, con síntomas leves que combatió en su hogar.

Con los cuidados de hoy aprendió que actividades tan sencillas como una charla cortita por teléfono, ducharse o cepillarse los dientes requieren mucho oxígeno que Tingo todavía toma con ayuda de la 'bigotera'.

Pide a las personas que no bajen la guardia y que extremen cuidados y las medidas de bioseguridad porque el coronavirus es una enfermedad realmente dura, que consume a las personas, y también es costosa.


Una parte de sus 'ángeles en la tierra', su hijo 'Albertito' y su esposa Soraya, sustento de su sanación y recuperación