Juegos Olímpicos
Finalizó la participación de los bolivianos en los Juegos Olímpicos 2024
Héctor Garibay fue el último en entrar en acción este sábado. Anteriormente lo habían hecho Esteban Núñez del Prado, Guadalupe Tórrez y María José Ribera
Estados Unidos esfumó por tercera vez el sueño dorado del Brasil de Marta y se colgó el oro en París 2024 al imponerse 1-0 este sábado en el Parque de los Príncipes, testigo de la despedida olímpica de la Reina del fútbol.
Guiado por la otra '10', la estadounidense Lindsey Horan, que asistió a la goleadora Mallory Swanson (57), el Team USA volvió a guindarse la medalla dorada tras una sequía de doce años.
Se trata de la quinta en ocho ediciones del balompié femenino de los Juegos Olímpicos y la primera desde Londres-2012. Tres de esas conquistas fueron a costa de las mismas víctimas: Brasil y Marta, en Atenas-2004, Pekín-2008 y ahora París-2024.
Considerada la mejor futbolista de la historia, la atacante se despidió a los 38 años de sus sextas y últimas justas, y "probablemente" de las competiciones internacionales oficiales con la 'Seleçao'.
La legendaria zurda valoró haber firmado su nombre en las tres platas y únicas preseas olímpicas de la Canarinha. Ingresó en el minuto 61, tras estar suspendida en cuartos (1-0 Francia) y semis (4-2 España), e hizo poco por emparejar la final.
"No sé lo que puede suceder, no sé cuáles son los planes de la selección, pero mis planes son poder seguir contribuyendo con el equipo de alguna manera, porque es mi vida", dijo.
- La vieja guardia, vigilante -
El Team USA contó, entre los más de 48.000 espectadores que llenaron el Parque de los Príncipes, con el apoyo singular de la estrella de Hollywood Tom Cruise y de embajadoras de la vieja guardia de su laureado fútbol, en cabeza de la inmortal Megan Rapinoe, bicampeona mundial (2015, 2019) y ganadora del oro en Londres-2012.
El respaldo ilustre no garantizó que las estadounidenses, finalistas tras derrotar 1-0 a Japón (cuartos) y Alemania (semis), arrancaran bien.
Por el contrario, Ludmila madrugó (2) para avisar, en un remate controlado en dos tiempos por Alyssa Naeher, que sería, junto con Gabi Portilho, un tormento para la zaga dispuesta por la laureada técnica británica Emma Hayes.
La pugna, al menos en la primera parte, estuvo marcada por imprecisiones en la entrega y escapadas veloces por las bandas, una de ellas, de Swanson (26), enseñó a París los reflejos colosales de la portera brasileña, Lorena.
Naeher no se quedó atrás en el descuento (45+2), cuando en una estirada acrobática evitó el tercer tanto en el torneo de Portilho, quien desempolvó un derechazo tras pase de la capitana, Adriana.
La batalla en el césped se correspondía en las tribunas, divididas entre camisas 'verdeamarelas' y tricolores estrelladas, con las hinchadas intercambiando gritos de "¡Brasil!" y "¡USA!".
- Horan, la otra '10' -
En la zona de calentamiento, expectante, Marta esperaba su oportunidad, distante en un principio por causa de la buena labor de las brasileñas para controlar al llamado "Triple problema" (Swanson, Sophia Smith y Trinity Rodman), responsable de anotar diez de los doce goles norteamericanos en el torneo.
La situación cambió en un pestañeo de la retaguardia del equipo de Arthur Elias, aprovechado por Horan para filtrar un pase que la derecha de Swanson convirtió en el 1-0.
"El oro significa mucho, pero significa aún más haberlo conseguirlo con este grupo", afirmó la artillera.
Con media hora en el reloj, Elias abrió el armario para dejar salir a su arma no tan secreta: Marta, sustituta de Ludmila.
Pero era la otra '10', Horan, quien movía los hilos en el Parque de los Príncipes, bañado con sol de verano, para el renovado equipo de Hayes, encargada de hacer olvidar el fiasco en el Mundial de 2023.
"Estoy muy emocionada, ha sido un sueño para mí estar en esta posición", dijo la DT británica, cuyo once cerró el torneo con pleno de victorias (6).
Con mucha tensión en el ambiente, y todas las miradas apuntando hacia Marta, fue Adriana la encargada de arañar la igualdad, al exigir en un cabezazo a Naeher en el interminable descuento, pero la portera volvió a brillar.
Con el oro otra vez en huida, esta vez para siempre, Marta se dedicó a consolar a sus compañeras y a recibir los aplausos de un Parque de los Príncipes rendido ante la Reina.