Los socorristas rusos pusieron fin este lunes el fin de la operación para rescatar a 13 mineros atrapados bajo tierra tras un derrumbe hace más de dos semanas en la región de Amur, en el Extremo Oriente.

Los mineros atrapados eran expertos en cavar túneles, pero quedaron atrapados a 125 metros de profundidad por un derrumbe ocurrido el 18 de marzo en un yacimiento de oro. 

Las primeras operaciones de rescate mostraron que las cavernas donde los trabajadores podrían haberse refugiado se inundaron, lo que generó temores de que los mineros hubieran muerto durante el deslave. 

"El 1 de abril se tomó la decisión de terminar la operación de rescate en la mina", informó Pokrovski Rudnik, la empresa que opera el yacimiento, en un comunicado citado por la agencia Interfax. 

"Los resultados de las perforaciones mostraron que las galerías donde podrían estar los mineros están llenas de masas rocosas y de agua. Las vidas de los rescatistas y de los mineros involucrados en la operación están en riesgo", explicó la compañía. 

Este yacimiento es una de las minas de oro más grandes del mundo y uno de las vetas más productivas de Rusia. 

En Rusia los accidentes mineros son relativamente comunes debido a que las medidas de seguridad son laxas, hay corrupción, los equipamientos son vetustos y no es buena la supervisión para asegurar el cumplimiento de las normas.


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