Por: Daniel Velasco - Gerente General de CAINCO

Las empresas son más que simples generadoras de riqueza. En un mundo como el actual, cada vez más globalizado y competitivo, el sector privado es un agente de cambio, motor de innovación, crecimiento económico y desarrollo. Por lo tanto, las instituciones que representan al sector empresarial tienen en sus manos el importante papel de levantar la voz, no solo por las necesidades de las empresas para poder seguir operando, creciendo y superar desafíos, sino que tienen también la responsabilidad de velar por que este importante motor del país siga generando oportunidades y desarrollo. 

Las instituciones que agrupan al empresariado tienen atributos múltiples y diversos que quisiera destacar. Por ejemplo, estas instituciones, han desarrollado la habilidad de representar a un sector y escuchar a los actores que hacen parte de este tejido y al hacerlo, escuchan también las necesidades y preocupaciones de la sociedad. La composición del tejido empresarial en Bolivia es cada vez más diversa y, por lo tanto, cada vez más representativa. 

Detrás de cada empresa, mediana o pequeña está la realidad de una persona, de una familia, las razones por las cuales ha emprendido. Y son las Asociaciones, Cámaras, Federaciones quienes acompañan el salto hacia la formalización y el crecimiento; procesos que suelen ser empedrados, burocráticos y muchas veces desalentadores pero su éxito impacta de manera directa al crecimiento y desarrollo del país. 

Las instituciones empresariales, no solamente, son representativas y promotoras del crecimiento, sino que impactan de manera directa al ecosistema emprendedor, siendo propulsores de mentorías, incubadoras, aceleradoras y programas de formación y actualización para mejorar habilidades empresariales. Todo lo anterior, convencidos de que cuando a una pequeña empresa le va bien, nos va bien a todos y el trabajo que se realiza es motivado por un sentido de colaboración y la exploración de nuevos mercados y mejoras en la competitividad.  

Finalmente hay un atributo, detrás de cada Cámara, Federación o Asociación: la institucionalidad. Esta característica del sector privado brinda a cada sector y rubro un marco de reglas y expectativas claras, que le permiten avanzar. La institucionalidad se construye y se fortalece, no es un atributo que existe de manera natural, sino que requiere un trabajo cotidiano, de visiones claras y de marcos flexibles que le permitan adaptarse a las nuevas realidades emergentes, pero todo ello, bajo un sentido de responsabilidad. 

Bolivia hoy atraviesa un complejo escenario, son muchos los frentes que están sintiendo de manera contundente los efectos de la crisis económica. El tejido empresarial ha sido uno de los primeros en sentir los efectos de la escasez de dólares por las implicancias directas que esta tiene sobre sus operaciones, sin embargo, puedo afirmar categóricamente que en momentos difíciles la colaboración, intercambio y solidaridad son claves para poder pensar en un futuro esperanzador. 

Las expectativas de la población frente al diálogo público – privado, hoy más que nunca, son altas y esto demuestra que el boliviano entiende, quizás hasta de manera intuitiva que el sector privado tiene un rol importante para con la sociedad y que el país necesita por parte del Gobierno una atención directa a soluciones estructurales que nos lleven a resolver la actual situación económica. 

Desde CAINCO tenemos también muy clara la responsabilidad de la empresa privada en términos de desarrollo, crecimiento económico, sostenibilidad y bienestar para las familias bolivianas y por eso, de manera responsable seguimos trabajando todos los días para fortalecer el tejido empresarial, cuidar a los pequeños emprendedores y aun en momentos difíciles seguir apostando por crecer. Todo lo anterior sin negociar principios y sobre todo siendo transparentes y responsables en cada una de nuestras acciones y, así como nosotros, estoy seguro de que lo hace, cada instancia que agrupa a bolivianos que invierten en el país y sueñan como nosotros en una Bolivia con más oportunidades para todos.