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Las cifras del censo bajo escrutinio
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6 de septiembre de 2024, 4:00 AM
En el marco de la incredulidad con la que han sido recibidos los resultados del Censo de Población y Vivienda, realizado en marzo pasado, parece interesante y tal vez esclarecedor, para aquilatar la magnitud de la omisión censal que puede haberse registrado, observar las tasas de crecimiento promedio anual (TCPA) de la población en cada municipio cruceño, en los periodos intercensales 2001-2012 y 2012-2024. La TCPA, vale aclarar, mide el crecimiento promedio que tuvo la población, en cada uno de los años, entre censo y censo.
Tanto en el municipio de Santa Cruz de la Sierra, como en el área metropolitana del departamento, las TCPA, registran una caída significativa. Es así que, en el primer periodo, 2001-2012, para la capital cruceña, la tasa anual de crecimiento baja de 2,30 a 0,84, lo cual equivale a un incremento de 153.122 personas en los últimos 12 años. Lo mismo pasa en Warnes, donde la tasa cae de 7,10 a 3,80. En La Guardia, el bajón es de 7,66 a 4,30. En El Torno, cae de 2,47 a 0,94 y, en Montero, pasa de 2.86 a 1.28. Ello significa que, en el área metropolitana, los únicos municipios cuyas tasas de crecimiento han aumentado, son Cotoca, cuya TCPA pasa a de 2,05 a 7,32, y Porongo, donde sube de 2,91 a 3,5.
En el resto del departamento, las alzas más notables en las tasas de crecimiento intercensales son las de San Miguel de Velasco, que pasa de 0,89 a 2,47, Concepción de 2,37 a 4,00, San Rafael, de 1,85 a 3,03, la Autonomía Indígena Kereimba Iyambae, de 0,68 a 1,78, Lagunillas de 0,14 a 0,81, San Juan de Yapacaní, de 0,06 a 0,88, Roboré, de 0,24 a 1,50 y Samaipata, de 0,66 a 1,01.
Por contraste, las caídas mas grandes, se registran en Yapacaní, colindante con San Juan de Yapacaní, que pasa de 4,38 a 1,10, San José de Chiquitos que pasa de 5,18 a 2,94, Cuatro Cañadas de 2,41 a 0,84, Puerto Quijarro, de 2,35 a 0,57, El Puente, de 4,63 a 1,61, San Ramón que cae de 2,58 a 0,99, San Javier, de 1,69 a 0,76 y Boyuibe que cae de 2,14 a 0,81.
Los municipios que presentan una disminución neta de su población, reflejada en tasas de crecimiento negativas, son Cuevo, cuya tasa cae de 3,65 a -0,16, Saipina, de 2,98 a -164, Fernández Alonso, de 2,63 a -0,28, Puerto Suárez 2, 43 a -1,08, San Pedro, de 2,45 a -1,91, San Julián, de 2,01 a -0,49, San Carlos, de 1,81 a -0,47, Santa Rosa del Sara, de1,80 a 0,16 y Okinawa Uno, que pasa de 0,62 a -1,42.
Finalmente, los municipios que más han recuperado población, son Gral. Saavedra que, en 2001, registraba una tasa negativa de 1,42 y en el último recuento, registra una tasa positiva de 1,03. Lo mismo ocurre con Buena Vista que pasa de -0,27 a 0,45 y con Moro Moro, que sube de -1,77 a 0,13 promedio anual.
Más allá de las cifras expuestas, Santa Cruz requiere una explicación que, sin limitarse a mencionar variables netamente demográficas, como las tasas de natalidad, mortalidad y migración, fundamente y respalde la coherencia de los datos presentados por el INE. Alternativamente, puede resultar necesario enmendar los datos mediante operativos complementarios que desarrolle el propio INE u otras instancias competentes a nivel departamental.
Entre tanto, me atrevo a señalar algunas posibles causas de las variaciones en las tasas de crecimiento promedio anual, entre el censo del 2012 y el del 2024, teniendo en cuenta las realidades socioeconómicas de los municipios de Santa Cruz.
En el área metropolitana, el crecimiento se puede explicar principalmente por flujos migratorios, tanto intra como extra departamentales, motivados por la aspiración de aprovechar mejores oportunidades de trabajo, educación, salud o recreación.
Para el resto de municipios, es posible que las variaciones en el número de habitantes, respondan al agotamiento de tierras de vocación agrícola, condiciones climáticas adversas, desarrollo de nuevas áreas de producción, incluyendo las vinculadas al narco-negocio o, también, por el lado positivo, aumento de actividades asociadas al desarrollo y aprovechamiento de atractivos turísticos o, en algunos municipios, por emigración a territorios vecinos, sobre todo en la frontera con Brasil.