OpiniónOpinión
Transporte, Diésel, Paro y Gobierno
4 de agosto de 2024, 4:00 AM
Convengamos que, el país puede pararse unas 20 o 30 veces más en el tiempo que transcurra de aquí a las elecciones y posesión de nuevo gobierno y, muchas más, si tenemos la yetera de que Luis Alberto Arce Catacora logra repetir, con fraude, porque no se ha revisado ni saneado el padrón que le permitió al huido pelear la elección del 2019, y aun así no le alcanzó. Está claro que el paro habita “en el alma nacional”.
Lo que no puede pasar más o repetirse es el bloqueo de ciudades y carreteras, de parte de nadie, pero, peor aún de parte de los trasportistas que saben el daño que se causa; lo sufren en condición de víctimas, de manera que es un contrasentido que los justifiquen cuando ellos lo hacen. Los bloqueos son dañinos y perniciosos siempre; no hay nada que los justifique, bajo el argumento de que hay paros buenos y “patrióticos”.
No tengo la intención de minimizar a otras actividades laborales; sería un absurdo hacerlo, pero, convengamos que, es una verdad absoluta de que un país sin transporte es un país sin economía.
Veamos: en ciudades y pueblos, los taxis y microbuses, mueven a la gente “de a pie”; en el Departamento de Santa Cruz, que es el que tengo más a mano por vivir aquí, podemos hablar de unos 2,5 a 3 millones de “pasajes” que se venden diariamente; cada persona que los usa, en la gran mayoría d ellos casos hace unos 2 viajes; eso significa “4 pasajes” diarios, de manera que el valor y “peso específico” está muy claro, pero veamos que no es sólo eso: son los vehículos de peso mediano con licencia para trabajar en traslado de carga, son los camiones más grandes, desde el que transporta ripio y arena, o los que trabajan en obras civiles, o los camones que trabajan en los campos, recogiendo las cosechas o trasladando ganado de pie o carne, pollos, y otros animales, o, en el tema carretero, de larga distancia, las flotas, los camiones de transporte internacional o exportación, logística, etc.
Todos sabemos que la actividad transportista es imprescindible en un país como el nuestro que el acceso a los aviones es reducido pero que no tiene a esos instrumentos para el envío de mercaderías hacia el interior y desde el exterior sus precios son prohibitivos. Consecuentemente, sólo se tiene eso para mover la economía, porque si bien hay 3 destinos ferroviarios, los mismos son insuficientes para la envergadura del comercio nacional e internacional y eso es lo que no parece entender el gobierno que desde hace meses viene mermando la provisión a tiempo de carburantes; gasolina o diésel.
El año 2023, según datos del INE, (no ductos) el 50% salió por carreteras y el 14% usó el modo ferroviario, en volumen de exportaciones, el 69% salió por carretera y el 15% en trenes. En importaciones, el 94% usó las carreteras y el 3% transporte ferroviario. (hablamos de volúmenes.
Es tan grande la importancia del transporte en el país que, en innúmeras ocasiones los ciudadanos notamos cómo los “federados”, en el rubro o modalidad que toque, abusan de la gente y hasta enfrentan a los gobiernos legalmente constituidos, sean municipales o departamentales, poniéndoles atajo en sus ordenanzas o leyes regulatorias; no es el tema del presente texto, de manera que no entraré al fondo, pero lo pongo para no dar la impresión de que no los conozco; lejos estoy de ese propósito.
Es que no se puede dejar pasar por alto, lo paradójico que resulta ver a los federados del transporte actuar exactamente de la manera en la que ellos sufren, es decir, bloquear cuando saben el daño; pero, ellos son así, porque creen que el de ellos es un paro bueno, y, sobre todo logra resultados que a veces quedan en acuerdos con el gobierno, aunque esos acuerdos se cumplan en sus mínimas partes.
No es justificable, tampoco, el reclamo de los productores de San Julián, en Santa Cruz, cuando piden la aprobación de eventos transgénicos que les permitan consolidar la actividad, enfrentando con algún éxito las temporadas de agua o sequía, o no gastar tanto en plaguicidas o insecticidas. Tienen razón los productores en su reclamo pero no en su actitud, porque ellos, cuando contratan camiones para sacar sus cosechas, en ocasiones sufren el bloqueo de otro grupo con otro interés, que les pudre todo lo que les costó, pero ese es parte del círculo perverso al que entra cualquier ciudadano que, sin respuestas de los gobiernos (3 niveles) reclama o sufre el efecto del “alma nacional”.
Entendido y dejado claro que el valor es el transporte, “más allá de las aberraciones anotadas” es tiempo de dejar claro que el combustible no debiera faltar nunca jamás, en las EESS (Estaciones de Servicio) del país, porque sin ellos, no es posible mover la economía y, mientras estos sigan en manos del sector público, vía la ineficiente YPFB, estaremos en problemas cada vez más frecuentes. Y no voy a entrar a las cosas que se tejen por debajo y los hechos de corrupción que son “vox pópuli”, porque, mi intención es dejar en claro que lo que pasa con la carencia de diésel tiene que ver con la impericia e incapacidad de los encargados de hacer que el negocio funcione, para que las actividades que de l mismo dependen, también lo hagan. (déjense de la estupidez de que se permite que 9 empresas tienen permiso para importar su propio diésel, porque eso es un despropósito argumentativo).
Veamos de Enero a Julio 2024:
La falta de diésel ocurre en ocasiones a que YPFB no compró a tiempo o porque se le cayeron varios procesos de contratación y no reaccionaron a tiempo, como por ejemplo, los adjudicados y anunciados tardíamente, como los 44 millones de litros de Diésel adjudicados a la empresa Oil América en fecha 05 de marzo del 2024, en el que no se llegó a firmar; se avisó no se iba a hacer, recién 2 meses después de haberse adjudicado. (RG-47-A-PG-1-GCC/DCO 3), o el Proceso de contratación caído con Euronova Energies, el 21 de marzo de 2024; este contrato se dio a conocer después de 2 meses de haberse adjudicado. Volumen no comprado: 36 millones de litros; tampoco se llega a firmar contrato con la empresa Eco Suply, 44 millones de diésel, avisaron 1 mes después de haberse adjudicado, de 02 de mayo de 2024, avisado a Ger. Productos Derivados e industrialización, en fecha 04 de junio. Otro: contrato con XToxck Import and Export, por 18 millones de litros, esto por dar algunos datos de manejo ineficiente.
Estos hechos marcan el problema: no se tuvo el cuidado de mantener el flujo y se tiene que “ralear la entrega” ala calle o EESS, y así se van juntando (tenemos las adjudicaciones por falta de espacio no los consignamos) y así podemos entender parte de lo que está pasando en ese rubro tan importante.
Por otra parte, no conocemos el porqué, pero si el hecho: fuentes internas de YPFB (estamos autorizados a decirlo) aseguran que Trafigura y Vitol no les venden porque les deben una suma que gira en l300 millones de dólares. Por otra parte, se sabe también que a Boatrading (empresa creada para traer combustible) ya no le dan crédito en las refinerías del exterior
Así también, se nos informó que en la GPDI (gerencia de productos derivados e industrializados) echaron a todo el personal que por las barbaridades que se están cometiendo con la calidad del diésel y la gasolina que se comercializa en surtidores de la ciudad (que generaron quejas y reclamos de usuarios; además hemos mandado analizar y se prueba el extremo). Dicen que la citada gerencia se vio obligada a trabajar con gente nueva, que no está capacitada para trabajos tan delicados como la “procura” de diésel y gasolina.
En honor al espacio dispensado, me voy a referir un poco a los “barcos rusos” que se citaron como víctimas del mal tiempo, que llegaron a Chile; los mismos, incumplen la ley de hidrocarburos ya que en la misma especifica que solo YPFB puede importar carburantes y en ningún lado hemos logrado encontrar una copa del contratos firmados entre Dorgathen y alguna empresa rusa ni con el Estado de Gabón u otra empresa de ese país; entonces, de dónde trajeron “crudo, diésel y gasolina”?
Hay más preguntas y cuestionamientos.
Por ahora, lo dejamos ahí… la responsabilidad es del que la tiene, no del que busca culpables afuera.