Lucho Fernández de Córdova

Una escalera no es solo un elemento arquitectónico; puede ser un símbolo de conexión, progreso y acceso. Así es la escalera externa de Manzana 1 Espacio de Arte, que une dos niveles de un edificio y enlaza el esfuerzo comunitario con el arte y la cultura. Este proyecto, que el próximo año celebrará 20 años de funcionamiento, es un faro cultural en Santa Cruz de la Sierra, con 17,000 visitantes mensuales. Sin embargo, no ha estado exento de críticas infundadas de quienes no comprenden su transformación.

Manzana 1 Espacio de Arte ocupa un edificio de principios del siglo XX que, aunque no es una joya arquitectónica, posee una belleza particular que radica en su simplicidad, historia y vida cultural. Este edificio, anteriormente sede de la policía, estuvo abandonado durante años. Tres artistas visionarios decidieron realizar una exposición conjunta en el lugar, pero, antes de concretarla, vieron el potencial del espacio como centro cultural permanente. Con esa visión, solicitaron un convenio para administrar la planta baja y transformarla en una galería de arte. Nos llamaron para encarar el proyecto y, con esfuerzo conjunto, logramos remodelar la planta baja a un costo mínimo, haciéndola funcional.

En 2019, el segundo piso, de 323 m², fue cedido mediante un convenio con la Asamblea Legislativa, con el compromiso de que el Estado realizaría las obras necesarias para acondicionarlo. Sin embargo, para 2022, y ante la inacción estatal, decidimos reformarlo con recursos propios para ampliar la galería. El reto principal era la escalera, ya que los proyectos iniciales eran inalcanzables. Diseñamos una escalera metálica, económica y segura, que fue aprobada por las autoridades municipales.

La escalera conecta ambos niveles de manera respetuosa y armónica, siendo prácticamente transparente para no opacar el edificio antiguo. Además, ofrece una experiencia única al permitir vistas de la Catedral y la plaza, integrando el arte y la cultura con el entorno urbano e histórico. Este diseño no solo enriquece la conexión funcional entre las plantas, sino que también aporta un valor simbólico y paisajístico que refuerza la identidad de Manzana 1 como un espacio cultural clave.

Intervenciones contemporáneas en edificios históricos como esta tienen precedentes importantes. Ejemplos como la pirámide de cristal en el Louvre, el Museo Real de Ontario o el Centro Pompidou, entre otros, muestran cómo la arquitectura moderna puede fusionarse armónicamente con estructuras del pasado, realzando su valor y prolongando su vida útil.

A pesar de esto, algunas críticas han surgido sin comprender la esencia del proyecto. Mientras otras instituciones culturales en edificios cercanos enfrentan carencias graves en mantenimiento y funcionalidad, Manzana 1 ha conseguido acondicionar espacios adecuados y dotar al lugar de servicios esenciales como baños y aire acondicionado, además de estabilizar su estructura, que estaba al borde del colapso.

Manzana 1 opera con un equipo permanente de solo tres personas y una directora que trabaja gratuitamente. Durante 19 años, los proyectos de diseño, planeamiento y gestión se han llevado a cabo sin remuneración, motivados por la convicción y el amor al arte y la cultura en Santa Cruz. Este esfuerzo ha sido respaldado por el municipio, Amigos de la Manzana, instituciones y empresas que confían en este proyecto cultural.

Gracias a este apoyo, un edificio en ruinas se convirtió en un espacio vibrante que sirve a la comunidad y ha recibido innumerables premios y reconocimientos. Manzana 1 demuestra que es posible revitalizar un lugar histórico con recursos limitados, haciéndolo funcional y accesible sin perder su esencia.

Invitamos a la sociedad, universidades, facultades de arquitectura y al Colegio de Arquitectos a valorar lo que Manzana 1 representa para la ciudad. Este espacio no solo promueve el arte, sino que ha revitalizado un edificio que, en otras manos, hubiera caído en el olvido. Pedimos que quienes han disfrutado de este lugar lo defiendan ante las opiniones sin fundamento de quienes nunca hicieron nada por él.

Defendamos juntos este proyecto que une la historia del edificio con el arte contemporáneo. La escalera no es solo un elemento funcional, sino un símbolo de progreso y unión para nuestra ciudad y nuestra cultura.