El comandante general de la Policía, general Jhonny Aguilera, declaró que los oficiales de Policía sindicados de haber colaborado con Misael Nallar fueron solicitados desde la Felcn y que debe ser este cuerpo el que responda por ellos; aseguró que el mismo depende del Viceministerio de Defensa Social y no de la Policía.


“El director de la Felcn envía una solicitud para que se declare en comisión a este talento humano en todos los grados a esa unidad, él (director de la Felcn) designa conforme los requerimientos qué espacio tiene”, dijo en conferencia de prensa y salió al paso de las acusaciones de que personal de su confianza fue derivado a ese cuerpo policial.

El 21 de junio en la jurisdicción del municipio de Porongo se produjo el asesinato del sargento mayor Eustaquio Olano, del sargento primero Alfonso Chávez Flores y del voluntario del Gacip José Candia Orozco. Desde entonces la Policía está movilizada en busca de todos los que participaron en ese hecho.

Este viernes se acentuaron las versiones de presuntos vínculos de oficiales de Policía con Nallar y se dijo que el capitán, Rubén Aparicio Villarroel sería quien entregó al principal acusado cuando se dijo que lo habían atrapado. También se mencionó la intervención del mayor Gerko Muñoz, en esos vínculos.

El general Aguilera calificó como “una mentira” todas las sindicaciones que se realizan sobre los lazos de policías con el presunto narcotraficante y aseguró que las mismas surgieron para desmerecer el trabajo que desplegaron para encontrar a los responsables de las muertes de los tres uniformados en Porongo.

“Es, indudablemente, pura mentira, no tienen ninguna fuente de información y se utiliza para desmerecer un trabajo idóneo, un trabajo que está realizando su Policía, me siento orgulloso de lo que digo, porque ya está visto que combatimos delito, que descubrimos todo”, dijo un enérgico jefe policial que se esmeró en describir todo el operativo que realizaron.

Matizó la entrega de Nallar y afirmó que aprehendido o entregado, la Policía lo tiene en su poder, lo derivó a la Fiscalía y está siendo acusado del delito de asesinato que es la que mayor sanción tiene en el Código Penal.

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Después de los sucesos en Porongo, se conoció extraoficialmente (por redes sociales) de llamadas telefónicas entre Nallar y el capitán Rubén Aparicio, a quien le habría pedido solucionar el problema de las tres muertes de policías. Asimismo, se conoció de comunicaciones con el mayor Greko Muñoz