El presidente Luis Arce participó este martes del 132 aniversario de la reapertura del Colegio Militar del Ejército, Gualberto Villarroel, ubicado en la zona Sur de la ciudad de La Paz. En su discurso, el mandatario remarcó que Bolivia “hoy más que nunca” demanda unidad de los militares.
El jefe de Estado, inicialmente, indicó que la formación que se imparte en este instituto debe ser guiada por los principios fundamentales de disciplina, de subordinación y constancia, que son necesarios para el cumplimiento de los deberes de la vida castrense.
“Pero también es importante inculcar un celoso sentido de integridad territorial del Estado y nuestros cadetes deben caracterizarse por tener un fuerte compromiso con las clases populares”, sostuvo.
Arce señaló que el presunto golpe de Estado de 2019 interrumpió un importante avance en la evolución institucional de las Fuerzas Armadas (FFAA).
Pues, “a diferencia de otro tipo de golpes de Estado contra gobiernos progresistas, los casos de Honduras y Bolivia muestran una activa participación de las Fuerzas Armadas y eso es algo que ya no puede repetirse”, enfatizó.
En ese sentido, consideró que las FFAA y sus institutos de formación deben guiarse no por la influencia de doctrinas extranjeras, sino por una política de seguridad y de defensa, formulada a partir de las condiciones e intereses del país “y cuyos soldados se formen no solo para invadir países o arrebatar recursos naturales, sino para proteger a las clases populares y apoyar el despegue de la industrialización con sustitución de importaciones”.
Por eso, “en estos sus 132 aniversario los llamo a seguir el ejemplo de nuestros héroes fundadores, de nuestros militares patriotas, (…) para que cada cadete de este Colegio Militar sea una promesa para el futuro del país”, indicó.
También invocó a los cadetes, oficiales y otros miembros del instituto de formación castrense “a mirarse siempre en el espejo de los pueblos”, que forman parte del Estado Plurinacional de Bolivia.
“Que cada uniformado que egrese del Colegio Militar del Ejército sea un abanderado de la lucha por la segunda independencia de Bolivia. Hoy más que nunca Bolivia demanda de su pueblo uniformado y de sus oficiales unidad y amor a la patria ”, concluyó Arce.
La Contraloría señala que no se hicieron auditorías desde 2018 porque no implicaba “grandes montos”. En la operación con sobreprecio de la gestión de Murillo hubo un intermediario que le compró a Cóndor, la misma proveedora del actual gobierno