Madre, devota del Señor Gran Poder y de la fe católica. Luz Paco es una próspera empresaria textilera y trabaja codo a codo con sus hijas, que estudiaron o aún terminan sus carreras en la Universidad Privada Boliviana (UPB), la mayor tiene una especialidad en España, mientras que la tercera vive y estudia en Santa Cruz. 

En ocasiones muy especiales, como la entrada del sábado, Luz saca su tesoro, el legado que le dejó su fallecido esposo Ladislao Iván Laura Paco, y hace el recorrido en la entrada luciendo las joyas de oro que él le regaló “para mimarla”. Por ello, debe tomar recaudos para cuidar su seguridad.

El conjunto dorado de joyas que muestra para esta entrevista con EL DEBER consta de los aretes, el prendedor que sujeta la manta, el collar y el ramillete del sombrero. “La temática son las flores, que representan la belleza y la pureza”. Admite que ese conjunto es sólo para ocasiones especiales. “No voy a usarlo en una Diana, o un ensayo. Ya me pasó una vez que mi esposo me acababa de regalar un prendedor de oro puro, y pese a que yo tenía un ahijado que me estaba cuidando, se acercó un joven alto y de buena presencia, me arrancó la joya y escapó. Mi encargado de seguridad fue tras él, pero luego me dijo que le había sacado un cuchillo. Era mejor preservar la vida, así se lo tomó mi esposo”, recuerda.

Luego recuerda: “Yo bailaba y mi marido me traía las joyas. Hasta la persona que le vendía se sorprendía y les decía a otros varones ¿por qué no son como don Iván?, ¡cómo le regala a su esposa!" 

Cuando la ven a Luz le preguntan: ¿quién te ha dado?. "Yo al responderles que mi esposo, me digo a misma ¡cuánto me dio él!”.  Complementa: “Salíamos y siempre volvía a casa con algo. Íbamos a una tienda de zapatos y nunca salía con un par de calzados, sino con varios de distinto color”.

Cuando llega el momento de las fotos su hija mayor le pasa las joyas. “Le digo que este collar, los aretes, el prendedor y el ramillete (del sombrero) son un tesoro invaluable para mi. Yo he bailado así, gracias a Dios y al esfuerzo de mi esposo, tuve ese privilegio. El juego que estoy mostrando es, repito, sólo para ocasiones especiales.

Relata que también tiene juegos de joyas de plata “que son bonitas y muy elegantes. Pero eso no es todo. Por la inversión que muchas la mayoría de las fraternas realizan en el Gran Poder "es mejor prticipar de la entrada con seguridad. Y también hay que tener cuidado con la persona que eliges para que te cuide, tiene que ser alguien de muchísima confianza. Si contratas a cualquiera te arriesgas, porque te estudian, así que a elegir muy bien”.

Su pareja fue un empresario, y juntos levantaron la hilandería y textiles Illimani, que se ha convertido en una empresa gigantesca.  Hace poco se trasladó a una extensa zona industrial en la ciudad de El Alto y aún está en proceso de construcción y de ampliación.